Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ESPAÑA

No llego a fin de mes

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España17-05-2010

Sí, lo admito, me cuesta llegar a fin de mes. Pero aviso, estas líneas no se escriben con el ánimo de pedir limosna, sino con el objeto de compartir con un tipo de lector joven y mayoritariamente universitario una preocupación cada vez más extendida. Ha sido después de la enésima conversación que ha terminado con otro “¿tu también?”. Al grano: cada vez son más los jóvenes con estudios universitarios -reforzados con algún master y/o idiomas en muchos casos- que llenos de ganas e ilusión por hacer grandes cosas se topan con un mercado laboral que no les acoge. Ya sea porque no hay sitio o, lo que es más grave, porque su preparación es cara de corresponder con un buen sueldo. Si hoy tiene más salidas liarse con un torero y contarlo en televisión que estudiar medicina, es porque algo se está haciendo muy mal. Nos animaron a formar parte de la generación JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados) y lo que nos han dado como premio tras tanto esfuerzo es un sueldo mileurista si hay suerte. Esto tiene consecuencias inmediatas como la pérdida de confianza de quien representa el futuro en un sistema que le da la espalda. Un hartazgo que tiene que decir basta por algún lado antes o después. ¿Emigrar?, de momento no parece ser tan grave. Al menos de momento. Pero, además esta realidad es un aviso muy desesperanzador para los que hoy tienen que hincar los codos. Quizá antes de reformar la Educación -que hace falta- y tomar medidas ante el elevado fracaso escolar, habría que garantizar otras cosas. ¿De qué sirve una buena Educación si luego no hay mecanismos para explotarla? Lo peor es que cuando estos jóvenes piden cuentas a sus dirigentes se encuentran con el despido fácil de Rajoy o la política de talante y tatras de Zapatero. En su defensa del recorte del déficit, el presidente del Gobierno ha dicho que piensa en el futuro de España y no en el suyo personal. Tiene gracia que lo diga cuando fue la UE la que le obligó a tomar, por una vez, medidas impopulares, aunque quizá necesarias. Pero además, Zapatero miente. Si hay algo que caracteriza su política es el cortoplacismo. Ese cuya meta siempre son las próximas elecciones. En frente está Rajoy. Suya fue aquella frase en 2007: “si las cosas se ponen feas, cuando se apaguen las luces de la fiesta y haya que apretar los dientes, el único que estará a su lado seré yo”. Estaría bien recordársela ahora que las encuestas para las elecciones -otra vez los comicios- le dan como ganador. Ese momento del que hablaba ha llegado. Es el momento de solucionar problemas y no crearlos. Y en estas líneas se incluye un tema más a introducir en sus agendas.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio