ORIENTE PRÓXIMO
Bush no accede a la ruptura con Arafat propuesta por Israel
Por David Hurtado2 min
Internacional07-02-2002
Irak e Irán son para Estados Unidos e Israel, respectivamente, las principales amenazas del que se califica como “eje del mal”. Además, EE.UU. continuará considerando a Arafat como el interlocutor válido en el conflicto con los palestinos.
La ratificación del jefe de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, como el negociador legitimado para defender los intereses palestinos ha supuesto la negativa desde la Casa Blanca a la petición de Israel de buscar nuevos negociadores. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, visitó Washington el pasado jueves con la intención de lograr el aislamiento de Arafat, tal y como manifestó su ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer. "Nos enfrentamos a una nueva generación de líderes palestinos, que no son más nacionalistas sino más realistas", señaló Ben Eliezer al referirse a que la figura de Yasir Arafat ya pertenece al pasado. Dentro de la Administración Bush, el principal defensor de mantener a Arafat como negociador fue el secretario de Estado, Colin Powell, quien explicó la inconveniencia de cerrar puertas en la situación en que se encuentra actualmente el conflicto. Powell añadió que un "aislamiento total" de los palestinos sería contraproducente. El siguiente punto de la agenda fue determinar cuál es el país que supone una mayor amenaza dentro de Oriente Próximo. Así, mientras que EE.UU. considera a Irak y a Sadam Husein como el principal enemigo, Israel piensa que el mayor peligro lo ostenta Irán. Israel justifica su posición al analizar la capacidad armamentística de los iraníes, ya que, según el Gobierno israelí, Irán podrá disponer en pocos años de una bomba atómica y cuenta ya en la actualidad con capacidad suficiente como para lanzarles un ataque masivo con misiles. El Ejecutivo de Sharon teme, además, que una ofensiva estadounidense contra Irak les convierta en la víctima más cercana de Sadam Husein para llevar a cabo posibles represalias. Sin embargo, Washington se muestra firme en declarar a Irak como la cabeza del “eje del mal”. "Mantenemos el objetivo de derribar el régimen de Sadam Husein y eso es algo que quizá tengamos que hacer solos", señaló Colin Powell.