IRÁN
El Consejo de Guardianes bloquea cualquier salida a la crisis
Por Miguel Martorell2 min
Internacional28-06-2009
Aunque a principios de la semana pasada el todopoderoso Consejo de Guardianes de Irán admitía ciertas irregularidades en las elecciones del 12 de junio, la respuesta de la oposición, que exige la repetición de los comicios, ha hecho que la máxima autoridad religiosa del país haya cerrado cualquier puerta a una salida institucional y democrática.
El Consejo de Guardianes, compuesto por seis ayatolás y seis juristas y con capacidad de vetar cualquier ley del Parlamento, admitía a principios de la semana pasada que existían ciertas irregularidades en las elecciones del 12 de junio. Concretamente, admitía que en 50 ciudades habían votado más personas de las registradas en el censo, pero, añadía, que dicha irregularidad no afectaba a los resultados de las elecciones presidenciales, en las que el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad salió reelegido con un 63 por ciento de las papeletas. Más como gesto para calmar las protestas violentas en las calles de Irán que como verdadera medida para solucionar el problema, el Consejo de Guardianes aceptó realizar un recuento del 10 por ciento de los votos emitidos, nombrando a una comisión dedicada a esta labor. Sin embargo, los opositores no se dieron por satisfechos. Parte de ellos denuncia que el fraude se produjo en al menos 170 ciudades del país y exige la repetición de las elecciones. El principal opositor a Ahmadineyad, Mir Husein Musavi, que encabeza las protestas contra el Gobierno, también declinó la oferta. "No hay otra vía que anular las elecciones (...). Algunos miembros de esta comisión no son imparciales", sentenció Musavi, que sólo aceptó un recuento si la comisión que se encarga de ello es elegida por todos los candidatos a los comicios, entre los que se halla el poderoso ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanyani. Como única respuesta del Consejo de Guardianes, un nuevo pronunciamiento sobre las elecciones que supone un paso atrás en su anterior declaración. “No ha habido irregularidades y la última elección ha sido la más limpia de todas (...) Podemos decir con certeza que no hubo fraude en el escrutinio”, declaró el portavoz del Consejo, Abbasali Kadkhodai. Así las cosas, con el Consejo de Guardianes admitiendo únicamente “pequeñas irregularidades” que no variarán el resultado, el futuro de Irán depende ahora de la cohesión entre las fuerzas de la oposición y de que la represión de las manifestaciones por parte de la Policía no amilane el espíritu de la revolución verde.