Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

PERÚ

Los cuatro puntos clave del mandato de Fujimori

Por LaSemana.esTiempo de lectura4 min
Internacional12-04-2009

Alberto Fujimori dirigió Perú desde 1990 hasta el año 2000. A lo largo de su mandato, marcado desde el inicio por la grave situación económica del país, los escándalos por violación de Derechos Humanos y corrupción se sucedieron prácticamente desde el inicio, aunque consiguieron ser silenciados. Pese a todo, Fujimori tendrá que acabar pagando por sus excesos y autoritarismo al frente de Perú durante los años 90.

En 1990, el rector de la Universidad Agraria Nacional, Alberto Fujimori, se presentó a las elecciones presidenciales peruanas liderando al partido Cambio 90, una plataforma residual cuyos únicos apoyos eran las pymes y un sector de la Iglesia protestante del país. Sin embargo, pese a ser considerada una agrupación condenada al ostracismo, Fujimori logró con un 20 por ciento de los sufragios pasar a la segunda vuelta de los comicios contra el escritor Mario Vargas Llosa, el gran favorito. Sin embargo, Cambio 90 y Fujimori acabarían ganando la segunda vuelta gracias al apoyo manifiesto del Gobierno de Alan García (APRA) y la izquierda peruana. El primer Gobierno del ya ex presidente se diseñó desde Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional, de donde provenían la mayoría de sus asesores. El Autogolpe de 1992 En un país en plena crisis económica y con el grupo terrorista Sendero Luminoso más activo que nunca, Fujimori comenzó a reclamar más poder para la figura del presidente en detrimento del Parlamento y así acometer grandes reformas. El motivo de sus anhelos fue que, pese a su victoria en las presidenciales, Cambio 90 no consiguió la mayoría absoluta en las legislativas, por lo que los opositores APRA y FREDEMO podían echar el freno a cualquier proyecto de ley. Con el objetivo de quitarse de encima la vigilancia del Parlamento y con la intención de cubrirse la espaldas e impedir la fiscalización del Estado contra el presidente en temas como política antiterrorista (por entonces habían salido a la luz varios casos de tortura), Fujimori tomó la decisión de disolver el Parlamento por la fuerza alegando que “era el freno de las reformas que necesitaba el país. ¿Cuál es la institución o mecanismo que permitiría realizar todos los cambios profundos que a su vez hagan posible el despegue del Perú? Sin lugar a dudas ni el Parlamento, ni el Poder Judicial son hoy por hoy agentes de cambio, sino más bien freno a la transformación y el progreso. Como presidente de la República, he constatado directamente todas estas anomalías y me he sentido en la responsabilidad de asumir una actitud de excepción para procurar aligerar el proceso de esta reconstrucción nacional” rezó la declaración de Fujimori. Pese a lo que pueda parecer, la popularidad del presidente se disparó, fue capaz de superar un golpe de Estado e incluso, en plebiscito, consiguió sancionar una nueva Constitución llena de nuevas competencias para la Presidencia. La política antiterrorista A comienzos de los 90, el grupo terrorista de ideología comunista Sendero Luminoso atravesó su periodo de máxima actividad en el país. Ello, sumado al repunte de las acciones también del grupo Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, llevó a Fujimori a acometer una radical política antiterrorista que sabía que le podría reportar grandes dosis de popularidad. Esa política antiterrorista se basó en dos pilares: el apoyo hacia el Grupo Colina y otros escuadrones de la muerte para acabar con sospechosos de terrorismo y la creación de los Comités de Autodefensa, la vertebración como milicias de los campesinos de las zonas con mayor presencia de Sendero Luminoso en el país, a los que se dotó de armas y adiestramiento militar. A pesar de los medios utilizados, las medidas antiterroristas de Fujimori acabaron surtiendo efecto y en el verano de 1992, después de sucesivos golpes contra la cúpula de los grupos terroristas peruanos se detuvo a Víctor Polay Campos y Abimael Guzmán, líderes de Tupac Amaru y Sendero Luminoso, respectivamente, lo que supuso el comienzo del fin de ambas formaciones. Corrupción y fin Poco después de comenzar su tercer mandato en el año 2000, la oposición peruana sacó a la luz un vídeo que supondría el fin de Fujimori en Perú. En una cinta de muchas grabadas por Vladimiro Montesinos, asesor y mano derecha del presidente, aparecía el propio Montesinos sobornando a dirigentes de terceros partidos para que apoyasen a Fujimori. El escándalo obligó al presidente a convocar nuevos comicios, en los que no se presentaría. Ahogado por las acusaciones de crímenes contra la Humanidad y corrupción, Fujimori aprovechó una visita oficial como presidente de Perú a Brunei para viajar a Tokyo, presentar su renuncia como presidente vía fax y alegando que rechazaba volver a Perú por falta de garantías a su seguridad, aunque realmente lo que intentaba era evitar un posible enjuiciamiento. Algo que consiguió hasta la pasada semana.

Fotografía de LaSemana.es