ANÁLISIS DE ECONOMÍA
El destino del medio rural
Por Gema Diego2 min
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Menos dinero directo para las personas y más para infraestructuras generales del medio rural. Así queda la Política Agraria Común (PAC) para los próximos cuatro años. Un instrumento que define al sector primario europeo, que lo blinda frente a los movimientos del mercado exterior y que ha creado en Europa una nueva clase de agricultores y ganaderos y una nueva forma de entender el campo. El sector agroganadero europeo -y muchas de las divisiones del español- es absolutamente dependiente de la PAC. Son tantas las contingencias que pueden afectar a la producción agraria –mal tiempo, plagas, desbordamientos…- y a la cárnica y lechera –ataques de lobos, enfermedades del ganado, restricciones de movimientos…- que tener una explotación alimentaria puede considerarse casi profesión de alto riesgo. Topillos, conejos, lengua azul, tuberculosis, brucelosis, langosta, lagarta, fuego bacteriano y una lista interminable de pesadillas amenazan continuamente a la producción, por lo que contar con una red que frene la caída se torna necesidad. Pero no está bien apostar únicamente a la carta de la PAC y echarse a dormir. La agricultura y la ganadería europea necesita retos: la calidad, el desarrollo de productos biológicos cada vez más demandados, la modernización de los regadíos y otras propuestas de futuro están llamando a la puerta. El que acepte el riesgo de probarlas podrá sobrevivir, porque la PAC está llamada a desaparecer en un contexto mundial que pide la apertura total de mercados. La agricultura y la ganadería deben ser, también, la tabla de salvación del medio rural. Tienen que convertirse en una actividad que fije población, y para ello debe convertirse en atractiva, debe ser más que tirar cuatro semillas y contemplar cómo crecen para después lamentarse por la escasa cosecha y el bajo rendimiento. El productor del siglo XXI tendrá que saber tanto del campo como de la comercialización si quiere ganar la partida a los intermediarios sanguijuelas y sobreponerse al retroceso de la PAC y a la amenaza de la llegada de alimentos no elaborados desde los países menos desarrollados.