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SIN CONCESIONES

La hipocresía del poder

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura3 min
Opinión19-10-2008

Hay tres cosas que no entiendo de la crisis económica. No puedo comprender que los bancos se queden sin dinero cuando llevan años exprimiendo a los ciudadanos. Cargos, comisiones, intereses, pago de hipotecas... se hacen de oro con nuestros ahorros, con nuestro trabajo y a costa de nuestro esfuerzo. Hubo un tiempo en el que meter el dinero en el banco tenía sentido, era una mera cuestión de seguridad para evitar que alguien lo robara. Ahora, son los bancos quienes hurtan el dinero a los ciudadanos mediante claúsulas tan legales como abusivas. No puedo comprender que semejante negocio vaya a pique cuando, además, sus accionistas han obtenido cuantiosos beneficios en la última década. No puedo comprender que, una vez que el banquero lleva a la quiebra el negocio, encima tenga derecho una indemnización por su despido. Tendría que ser él quien indemnizara a los accionistas y a los clientes. Y no debería tener más derecho que llamar a un abogado antes de ingresar en prisión. No entiendo que, ante esta crisis, los gobiernos de medio mundo se hayan quedado sorprendidos. Me indigna, además, que en España el presidente Zapatero nos mintiera ante de las elecciones generales de marzo y no reconociera lo dramático de la situación hasta cuatro meses después. Los dirigentes deberían haber sido los primeros en percatarse del agujero financiero de algunas entidades y deberían haber tomado las medidas adecuadas para frenar la ecatombe económica. Ahora, hay familias que compraron hace un año una vivienda y se encuentran que el banco no concede hipotecas. Hay empresas que recurren a los trucos de magia para pagar las nóminas a final de mes. Hay personas que perdieron todos sus ahorros con la quiebra de Lehman Brothers o Fortis. El primer responsable de la quiebra de un banco son sus dirigentes pero, tanta o más culpa, tienen los gobiernos complacientes que han mirado hacia otro lado a cambio de algunos favores. Zapatero dice que, en España, los ahorros no corren peligro. Por eso, no entiendo su plan de ayuda a los bancos, no entiendo su ayuda a quienes han ganado miles de millones de euros en los últimos años, no entiendo que se eche una mano a quien no necesita ayuda mientras sube el paro, se paran las empresas y se hunde la economía. No soy capaz de asumir que los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea vayan a gastar cerca de un billón de euros en hacer frente a la crisis. Sólo en España, Zapatero está dispuesto a poner 150.000 millones procedentes de nuestros bolsillos para salvar a los bancos. Son más de 3.200 euros por español que nos quitarán de la educación, de la sanidad, de la construcción de carreteras o de donde sea. Con ese dinero las entidades financieras taparán sus agujeros mientras el paro crece y la millones de personas mueren de hambre en el mundo. No soy capaz de asumir que las grandes potencias gasten ahora cientos de miles de millones en socorrer a los banqueros y que no sean capaces de destinar 3.000 millones de euros para acabar con el hambre infantil en el planeta. Es una cuestión de humanidad y derechos fundamentales. No lo hicieron antes de la crisis, así que tampoco lo harán ahora. Al final, las consecuencias las pagan los de siempre.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito