CATÁSTROFE NATURAL
El gobierno birmano frena la llegada de una urgente ayuda humanitaria
Por Paula Portas
1 min
Sociedad11-05-2008
Mientras se intensifican las presiones internacionales sobre el Gobierno birmano para poder llevar a cabo las operaciones de entrega y reparto controlado de la ayuda por los cooperantes, los militares siguen adelante con la celebración del referéndum para la aprobación de la nueva Constitución del país.
Los militares birmanos, que controlan el poder en una de las regiones más pobres del mundo, aseguran que sólo necesitan del exterior ayuda material y financiera pero limitan la presencia de cooperantes extranjeros a los que exigen visados que conceden con cuentagotas. A pesar de la carencia de medios, el Ministerio de Exteriores prefiere que el reparto de la ayuda se realice por sus propios ciudadanos y empleados oficiales. Millón y medio de birmanos esperan la ayuda humanitaria en un país arrasado, donde faltan energía y suministros pero sobre todo agua, medicinas y alimentos. Representantes de varias organizaciones humanitarias de Naciones Unidas aseguran que esta situación puede provocar una crisis sanitaria sin precedentes ya que se teme un aumento de casos de malaria, cólera, tuberculosis, diarrea o infecciones respiratorias. Un elevado porcentaje de los niños que viven en las zonas siniestradas ya se encuentran afectados. El subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios, John Holmes, expresó la decepción de la organización por la respuesta del Gobierno cuando la situación de la población es cada vez más desesperada y acusó a la Junta Militar, de haber confiscado el contenido de dos aviones con más de 38 toneladas de galletas enriquecidas con proteínas, enviados por el Programa Mundial de Alimentos (PMA). La Organización Mundial de la Salud alerta sobre la ausencia de vacunas, el gran número de heridos que precisan asistencia médica urgente y la falta de agua potable y alimentos que ya provoca enfrentamientos entre una población desesperada.