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EL REDCUADRO

Floretes del PP, navajas del PSOE

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura4 min
Opinión24-02-2008

Llenar de gasolina el depósito del coche cuesta un euro más que la semana pasada. Los juzgados de lo Mercantil de Sevilla están «acolapsados», que diría Lopera, con las suspensiones de pagos, a las que para que no cunda el pánico ahora las llaman «concursos», como si fueran Operación Triunfo. Aquí el único que no nota la crisis es el Cobrador del Frac. El Derecho Concursal es el Cobrador de la Toga del Juzgado de lo Mercantil. Al Cobrador de la Toga, como al Cobrador del Frac, se le paga al ya te veré, por la fórmula del «vamos a llevarnos bien»: vamos a llevarnos bien... lo poquito que hay que llevarse ya de esta ruina de empresa. Podía seguir citando indicadores económicos, pero esto iba a parecer el debate de Solbes y Pizarro, y de momento yo me iba a tener que poner un ojo a la virulé, y cada frase iba a tener que empezarla con un «muchas gracias». En el debate de ZP con Rajoy, ¿saldrá algo de lo que verdaderamente preocupa a los españoles, la hipoteca y el cartón de leche? El de Pizarro con el pizarrín y Solbes enseñando gráficos (que se veía a chorros que los había bajado de Internet y sacado por impresora) era un debate de la UEFA, como lo del Getafe. ZP y Rajoy juegan la Chámpion. Esperemos que no sea también en latín. Sí, Solbes ganó el debate porque hablaba en latín. El nuevo latín eclesiástico de la economía: eso del Gap, del Pé I Bé, del I Pé Cé y del por aquí te quiero ver. Solbes me recordaba a mi querido y respetado don José Utrera Molina cuando fue gobernador civil de Sevilla. Utrera Molina, gran sonetista malagueño, hablaba con la belleza más orteguiana que joseantoniana de los prosistas azules que Mainer estudió en «Falange y Literatura». Para entregar las llaves de los pisos sindicales que se hartó de hacer (y que no me vengan ahora con VPO), daba Utrera un discurso, y decía, casi en endecasílabos machadianos: —En el nuevo mañana que amanece, los yunques del trabajo dignifican el hierro del esfuerzo cotidiano, en nuestra alegre fragua vertebrada, en la tierra inmortal de nuestros sueños. Y el que iba a recoger las llaves del piso del Sindicato le preguntaba a un futuro vecino: —¿Qué dice que vende? —No sé, no menteráo de ná. ¡Pero qué piquito de oro tiene este gachó! Solbes, igual. La gente no se enteró de ná. ¡Pero qué piquito de oro, cómo sabe de economía este gachó! Al cambio: latín eclesiástico. ¿Por qué había aquel santo temor de Dios con el que acabó el Concilio Vaticano al quitar el latín e introducir la ordinariez de la lengua vernácula? Porque a los curas, con la misa en latín, nos los entendía ni Dios, y nunca mejor dicho. Pero, ay, de ahí venía la magia del misterio, la constatación de lo sagrado, la cercanía de lo divino. Eso ocurre ahora con el latín de los economistas, la lengua muerta que habló Solbes en el debate. Solbes ganó el debate porque no lo entendió nadie, y eso da mucho prestigio ante el populacho votante, que es el sustrato del «¡Vivan las caenas!» que apoya todos los absolutismos y mayorías absolutas, y al que la libertad le importa un pito: ¡qué piquito de oro! Pizarro, en cambio, con el piso de Bermejo, con los terroristas en plantilla, hablaba de cosas inteligibles, y eso no da el menor prestigio ante las iletradas masas trincantes de pisos del Sindicato, de VPO o de los 400 euros. Es más que probable que ZP hable mañana el latín litúrgico de la política, que es como el de la economía: la lengua muerta que da de comer a estos vivos. Salvo que Rajoy saque un cartón de Pascual desnatada como el otro puso una naranja en la tribuna de oradores del Congreso y nos haga bajar a la realidad. Es harto improbable. El PP se esfuerza en seguir utilizando el florete y el caballeresco código de la esgrima del Maestro Afrodisio ante unos tíos que vienen con el cuchillo en la boca, como los piratas en los abordajes, y traen en la mano una navaja para dar puñalás traperas al que se ponga por delante. Los otros dando puñalás con el «todo vale» de la campaña, y los PaPafritas del PP, con su código de honor de la esgrima caballeresca modelo Pizarro: «Ataquen ustedes primero, por favor, señores socialistas, muchas gracias».

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor