ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Que Cuba se abra al mundo
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad24-02-2008
Cielo y tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. Pero el calendario se deshoja como lo hace la flor adelantada de los almendros por una primavera en febrero que las lluvias llevan al traste. A Dios gracias, llueve. Llueve -hace falta- y ha llovido, también, en sentido figurado. Ha llovido un tanto desde aquello. Ha pasado ya una década. La noticia irrumpió en el recién estrenado 1998 e hizo surgir ríos de tinta. Al otro lado del Atlántico, un papa criado bajo el influjo comunista se codeaba con uno de los últimos mandatarios rojos. La imagen fue insólita. Fidel Castro acudió a la misa que el máximo representante de la Iglesia católica ofició en la plaza de la Revolución de La Habana. Y en territorio comanche aquel legendario Karol Wojtyla se atrevió a desafiar al comandante, pidiendo "libertad y justicia social, libertad y solidaridad". Diez años después de aquella intensa visita de cinco días en los últimos días de enero de 1998, después de haber fallecido el Papa Magno y cuando apenas se ha retirado el comandante cubano, aún resuena la solución que Juan Pablo II dio a la dictadura castrista y su mala relación con Estados Unidos: "Que Cuba se abra el mundo, y que el mundo se abra a Cuba". La incógnita es si, dentro de otros diez años, los cubanos podrán agradecer en sus oraciones aquella petición de derechos que hizo una vez en su tierra un papa criado en el comunismo.
Seguir a @AlmudenaHPerez
Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo