EL REDCUADRO
El bolero
Por Antonio Burgos2 min
Opinión17-12-2001
No es que los boleros tengan dentro la vida metida en una docena de versos. Es que la vida es siempre como un bolero: amor, vida, muerte, olvido, felicidad, pena, ausencia. Le pones a la vida unas guitarras y acaba siempre sonando a Los Panchos. Todas las vidas son un bolero. Lo que ocurre es que unas se notan más que otras. No es lo mismo sentir un bolero a solas y tragarse las lágrimas que vivirlo ante de una nación entera. Así hemos oído vivir su doloroso, generoso bolero a Don Felipe de Borbón. Lo suyo ha tenido hasta nombre de bolero: "La ruptura". La letra ha estado llena de palabras cargadas de sentimientos y razonamientos: querer, que rima con deber; decisión, que rima con Constitución. Las palabras de este bolero no escrito las coge Manuel Alejandro, se las da a cantar a Julio Iglesias, lo graban en la Sony y son diez millones de copias vendidas. Por eso los que creemos que la vida tiene que ser como un bolero, a veces doloroso de renuncias, el que oímos antes interpretar a dos virtuosos solistas del deber y de la entrega que llevaban por nombre Juan, le hemos dado directamente el disco de platino a don Felipe de Borbón por este bolero tan bien rematado: "Cada uno seguirá su propio camino y punto". En las viejas piedras de Castilla, la mano anónima de un hidalgo escribió un día sobre las armas de su linaje: "Haz lo que debas, aunque debas lo que hagas". Ya que andamos de boleros, hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de considerar lo que pudo haber sido y no fue. Lo que pudo haber sido y no fue es un hondo respiro, ahora sabemos que asentado ese sentido del oficio que un momento dado obliga a hacer de tripas corazón. Hemos tenido en España una Restauración de la Monarquía como llovida del cielo. El Rey y la Reina la hicieron de cine. La clave, quizá, estuvo en un lema de Don Alfonso XIII hecho entrega de vida y de renuncias por Don Juan de Borbón: "Rey de todos los españoles". El Rey lo ha sido y lo es cada día de todos. De los comunistas y de los conservadores, de los nacionalistas y de los constitucionalistas. La Corona, igualmente, lo ha sido de todos, consolidada aún más con la alternancia de centristas, socialistas y populares en el poder. Hijo de ese Rey, heredero de esa Corona, Don Felipe de Borbón vuelve, con su bolero, a ser Príncipe de todos los españoles. Ya no divide a nadie ni en las encuestas de Internet. Las dos Españas que Don Juan Carlos unió para siempre en feliz concordia constitucional en libertad, como Rey de todos los españoles, anduvieron por culpa de un bolero en una danza peligrosa, y hasta llegaron a soplar tricolores vientos de 14 de abril. Con todo esto ha acabado felizmente ese bolero hablado del silencio de una tarde de diciembre por nada menos que todo un hombre.
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Antonio Burgos
Columnista del diario ABC
Andaluz, sevillano y del Betis
** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor