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SIN CONCESIONES

Otro año más

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
Opinión30-12-2007

Otro año más... así solemos pasar las hojas del calendario cuando la rutina y la desilusión nos capturan. En esos casos suelen hacerse balances dramáticos y pesimistas que poco o nada tienen que ver con la realidad. Así, al concluir el año 2007 sería fácil echarse a llorar por las numerosas adversidades ocurridas en todo el mundo a lo largo de doce meses. El asesinato en Pakistán de Benazir Bhutto, el fuerte incremento de productos básicos como la leche y los cereales, los atentados de Al Qaeda en el norte de África, la ruptura de la tregua de ETA, las lluvias torrenciales en Ciudad Real y Alicante, la matanza en un colegio de Virginia, la subida de las hipotecas, los ataques al rey Juan Carlos, la derrota española en la final del Eurobasket, los incendios de Canarias... Resulta fácil encontrar malas noticias pero no son las únicas que ocurrieron a lo largo del año que finaliza. No es necesario escarbar demasiado para encontrar miles de alegrías, de momentos felices vividos en 2007, de metas alcanzadas, de esperanzas transformadas en realidad, de tiempos compartidos con los seres más queridos, de sorpresas agradables que causaron una sonrisa... El mero hecho de vivir otro año es la mayor de las satisfacciones. Apenas le damos importancia porque pensamos que lo extraño es morir, mas no es así. Antes o después todos haremos el viaje celestial al que estamos destinados. En 2007 emprendieron ese camino celebridades como Francisco Umbral o Fernando Fernán Gómez, a los que su mala educación no les impidió convertirse en genios de su profesión. Pero también hubo 3.000 desconocidos que se marcharon trágicamente en un accidente de tráfico o 100.000 inocentes que ni siquieran llegaron a nacer por culpa de un aborto. Unos y otros descansan allá donde nosotros esperamos poder hacerlo algún día libres de la maldad de este mundo terrenal que suele enturbiar nuestra vista al contemplar las millones de buenas acciones que se producen cada día en todo el planeta. Cada vez que alguien sufre siempe hay alguien cerca para consolarle, cada vez que se derrama una lágrima hay una persona dispuesta a sacar una sonrisa, cada vez que aflora la desilusión surge la esperanza de un futuro mejor, cada vez que dos personas se enfadan aparece una oportunidad para la reconciliación. Al 2008 le pido que sea igual de bueno en lo profesional que el año que concluye, que mantenga esta felicidad personal de saberme y estar bien acompañado por amigos y familiares, que contribuya a crecer mis ilusiones y mis curiosidades por aprender cosas nuevas, que cure mis miedos y temores a la incertidumbre, que llene mi paciencia para hacer frente al mal, que apuntale mis convicciones para seguir siendo quien como soy, que colme mi esperanza y mi fe para sobrevivir a las desdichas del día a día, y sobre todo que cure mis debilidades -especialmente las físicas- para que dentro de un año podamos volver a dar gracias por vivir otro año más y disfrutar de la hermosura de ser y existir.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito