AYUDAS
Los jóvenes desconfían del cheque-vivienda
Por Javier de la Fuente
2 min
Economía28-09-2007
Son el objetivo del Gobierno. Todos tienen entre 22 y 30 años. Unos ya se han podido independizar, pero la mayoría vive en casa con sus padres. Las ayudas del Gobierno pretenden facilitar su acceso a la vivienda de alquiler; sin embargo, algunos piensan que lo que hará es facilitar el acceso o, más bien, la permanencia de ciertas personas en un palacio conocido como La Moncloa.
Por lo menos así lo piensa Alejandro, de 28 años. Es el menor de siete hermanos y se ha podido independizar, aunque ha cambiado a su familia por compañeros de piso. El sueldo que gana en su trabajo de comercial no es suficiente para pagar una casa y por eso tiene que compaginarlo con su otro trabajo, el de relaciones públicas en una discoteca. Pese a todo, puede considerarse un privilegiado con sus 1.200 euros al mes, de los cuales 400 van destinados a alquilar una habitación. Alejandro cree que la medida es electoralista y que no se centra en la raíz del problema. “Los propietarios aprovecharán para subir el precio del alquiler”, considera. Rocío, de 25 años, también ve fines electoralistas en las ayudas. Cree que el Gobierno “está intentando jugar sus cartas antes de las elecciones, puesto que a los jóvenes no les interesa la política y esto es una buena forma de atraer votos”. Además, opina que 210 euros al mes en Madrid “no dan para mucho si se compara con el precio de los alquileres en ciudades pequeñas, donde son mucho más bajos”. Macarena, votante del Partido Popular, considera buena la medida del Gobierno. Su familia vive en Salamanca y ella trabaja en Madrid, donde gana su sueldo le alcanza para alquilar un piso. “La mayoría de mis amigos viven al día y lo que ganan no es suficiente, por lo que esta pequeña ayuda nos va a venir muy bien”. Ignacio se acaba de casar y de hipotecar. De momento, entre los dos sueldos la pareja puede pagar la hipoteca, y aunque no entra dentro de los planes del Gobierno por tener más de 30 años, cree que estas subvenciones pueden ser de gran ayuda para los jóvenes. “El Gobierno se está implicando en uno de los problemas más importantes de la juventud española y estas ayudas son bastante generosas”. Existe otro sector de la población que se siente discriminado. Ana tiene 62 años y ya ha podido pagar su hipoteca; sin embargo, considera que existe mucha gente mayor que tiene que vivir con pensiones simbólicas. “Un joven tiene toda la vida por delante y hay muchas personas que ya no pueden trabajar y que sobreviven con su pequeña pensión”. A este sector, considera Ana, es al que se debería ayudar.