IRAQ
El Plan de Seguridad para Bagdad, otro gran fracaso de EE.UU.
Por Luis Miguel L. Farraces
2 min
Internacional22-04-2007
El denominado Plan de Seguridad diseñado por Estados Unidos para hacer frente a la violenta situación en Bagdad ha resultado un nuevo fiasco estratégico para Washington. Así lo atestiguan los casi 200 muertos que dejó tras de sí la pasada semana, una de las más violentas que se recuerdan en los últimos meses y que ha llevado al Ejército estadounidense a tomar medidas más drásticas contra la violencia. Entre éstas figura la construcción de un muro en un barrio de la capital para separar zonas suníes y chiíes.
El Plan de Seguridad, que mantiene desplegado desde el pasado febrero a más de 85.000 policías en la capital iraquí recibió la pasada semana un duro revés. En siete días especialmente violentos, con varios atentados sacudiendo Bagdad, resultó especialmente duro el del miércoles, una jornada en la que cinco ataques se llevaron la vida de 178 personas en apenas unas horas. El atentado más cruento de los acaecidos el pasado miércoles fue el del mercado chií de Sadriya, donde un coche bomba dejó 112 muertos y más de 150 heridos. Los otros se sucedieron durante el día en un puesto de control policial, una clínica privada, un autobús y en una emboscada de un grupo de terroristas contra agentes de seguridad. Ante la escalada de violencia, las reacciones no se hicieron esperar. El portavoz del Ejército estadounidense en Iraq, el general William B. Caldwell, aseguró que, pese a los ataques, el Plan de Seguridad seguirá siendo efectivo. “Ha habido un progreso alentador desde febrero en la situación en Bagdad pero siempre hemos dicho que devolver la seguridad a la ciudad no será una tarea fácil”, declaró Caldwell, que sin embargo no ha podido evitar las voces de los analistas que claman el fiasco de la estrategia norteamericana. Muros y ejecuciones para frenar la violencia Ante el recrudecimiento de la violencia, el Ejército norteamericano ha decidido tomar decisiones contundentes para hacer frente a su incapacidad para frenar los atentados. La primera de ellas ha sido la controvertida medida de levantar un muro físico que separará una barriada chií de otra suní para impedir infiltraciones. Con la pared entre ambos vecindarios será necesario pasar un puesto de control para atravesar la frontera entre uno y otro lado. El muro tendrá un diseño e infraestructura adicional muy similar al que Israel mantiene en Cisjordania y la Franja de Gaza y tendrá cinco kilómetros de largo y algo más de tres metros y medio de altura. El de Adhamiya, así se llama el distrito de Bagdad, no será la única nueva barrera en la ciudad, ya que las autoridades de la capital estudian extrapolar este modelo a la Zona Verde, donde se encuentran los edificios gubernamentales. La noticia del levantamiento del muro y de la gran oleada de atentados llegó en una semana en la que un estudio de Amnistía Internacional reveló que Iraq se ha convertido en el cuarto país del mundo con mayor número de ejecuciones. La pena de muerte se reinstauró en el país árabe en 2004 y desde entonces las autoridades han asesinado a más de 270 personas, muchas de ellas tras indicios de tortura a los presos según el informe. Hasta 65 personas fueron ejecutadas el pasado año, una cifra sólo superada por China, Irán y Pakistán.