ECONOMÍAS ASIÁTICAS
La India: un valor en alza
Por Carmen Jardón
2 min
Economía21-04-2007
Asia: un continente que comienza a despertar. Además de Japón y China, otros países asiáticos comienzan a adquirir protagonismo mundial desde el punto de vista económico. Éste es el caso de la India.
Según el último informe anual de la Comisión Económica y Social de la ONU para Asia-Pacífico (Unescap), se espera que el desarrollo de estas economías sea del 7,4 por ciento en este año 2007, lo que supone cinco décimas menos que en 2006. Esta desaceleración se debe a la caída de la demanda mundial de componentes y aparatos electrónicos, al alto precio del petróleo y a la depreciación del dólar estadounidense. Aun así, las expectativas son muy buenas, y las tres grandes economías asiáticas -China, Japón e India- representan el 60 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de toda la región. Las principales dificultades a las que tendrá que hacer frente este continente son los desequilibrios estadounidenses; la gestión de los tipos de cambio de divisas, ya que la mayoría de éstas continúan apreciándose; la mejora en el acceso de la mujer al trabajo; la educación y los servicios sanitarios. El presidente del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), Haruhiko Kuroda, ha manifestado que se espera que la época dorada de las economías asiáticas llegará a partir de 2030 y considera que “aunque la tasa de crecimiento es elevada, el nivel de desarrollo y bienestar siguen siendo muy bajos”. Para esa fecha, vaticina que “muchos países tendrán un ingreso per cápita medio o incluso serán considerados países desarrollados”. Otra de las principales dificultades es la gran diversidad política, cultural y lingüística. Por eso se pretende potenciar la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), que en 2015 creará un mercado común. La Asean fue creada el 8 de agosto de 1967 y de ella ya son miembros Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Myanmar y Camboya. Su objetivo es acelerar el crecimiento económico y fomentar la paz y la estabilidad regionales. Otras regiones de la zona, como la Rusia asiática, no acaban de conseguir despegar, ni tampoco son capaces de seguir los pasos de sus vecinos.