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ECONOMÍAS ASIÁTICAS

‘Made in China’

Por Javier de la FuenteTiempo de lectura1 min
Economía21-04-2007

En los años 80 se pensaba que la economía mundial la lideraría el país del sol naciente. No se iba por mal camino. Asiático sería el estado en cuestión. Pero quién iba a decir en pleno declive del régimen comunista y 20 años después, que un país comunista se disputara los primeros puestos en el ránking de las potencias económicas.

Tan sólo en los tres primeros meses de este año su Producto Interior Bruto (PIB) ha crecido por encima del 11 por ciento. Su política económica se asemeja más a las teorías del liberalismo de Adam Smith que a las de la Rusia comunista. Incluso, en los últimos meses ha hecho más por ganarse el apoyo de los países desarrollados al reconocer la propiedad privada. Aunque en materia de derechos humanos todavía le queda un trecho. El gigante asiático se ha permitido el lujo de desbancar a Francia en el quinto puesto de las principales economías mundiales. Y se calcula que el próximo año podría ocupar el tercer puesto, ayudado por la importante inyección de dinero que supondrá la celebración de los Juegos Olímpicos. A pesar de ser un país meramente rural, su Gobierno está haciendo grandes esfuerzos por industrializarlo. Desde el año 2001 es miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y esto ha supuesto que su Gobierno haya impuesto medidas monetarias y administrativas restrictivas debido a la preocupación de que su crecimiento pueda írsele de las manos. Una de sus principales armas económicas es la fuerte competitividad de sus empresas debido a los bajos costes de producción y a la abundante mano de obra. Aunque también teme que esto se les vaya de las manos. Por ello, las actuales políticas económicas van encaminadas a enfriar el crecimiento económico con posibles subidas de los tipos de interés. Esto haría que su moneda, el yuan, creciera rápidamente y, de esta forma, frenase las exportaciones.

Fotografía de Javier de la Fuente