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AFGANISTÁN

EE.UU. no apuesta por derrotar a los talibanes militarmente

Por Marta Aguilera JiménezTiempo de lectura1 min
Internacional22-04-2007

EE.UU. cree que no se puede derrotar a los talibanes militarmente y está convencido de que la única estrategia para ayudar a Afganistán es crear unas condiciones favorables para que el Gobierno pueda controlar el país y regirlo de forma eficaz.

“Los talibanes no son una fuerza militar, sino un fenómeno al que no se derrota militarmente. Lo que hay que hacer es construir una sociedad fuerte que pueda acabar con el fenómeno. No es tarea de un año”, sentenció el secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Asia Central y del Sur, Richard Boucher. Éste viajó el pasado jueves a Bruselas para ultimar con las autoridades comunitarias una estrategia para Asia Central y preparar una misión de justicia y seguridad para Afganistán, complementaria a la militar. Boucher quiso rebajar expectativas sobre este 2007 como un año crucial para Afganistán y aseguró que cada año tiene su afán. Para él, “lo que hay que hacer este año es extender el alcance del Gobierno, que haya más Policía y más carreteras, más desarrollo. Este proceso llevará tiempo. Lo importante es impedir que los talibanes frenen el proceso”. Boucher no parecía preocupado por la evolución militar sobre el terreno, a pesar de que 300 talibanes acababan de cortar una importante carretera no lejos de Kabul. El secretario de Estado adjunto consideró los ataques suicidas como prueba de que los islamistas no dominan la situación. Asintió, sin embargo, a las acusaciones del general Peter Pace, jefe del Estado Mayor estadounidense, de que Irán está entrando de forma indeseable en Afganistán, con armas que han llegado a los talibanes. El Estado de Derecho que busca Occidente en Afganistán quedó en evidencia el pasado martes, cuando el fiscal ordenó la ocupación policial de la principal cadena de televisión privada del país, con detenidos y malos tratos, porque no le gustó cómo se le había citado en un informativo. La ONU exigió al Gobierno de Hamid Karzai una investigación sobre el incidente y le recordó que la Constitución afgana garantiza la libertad de expresión.

Fotografía de Marta Aguilera Jiménez