ANÁLISIS DE SOCIEDAD
El camino que lleva a Belén
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad24-12-2006
Recorrí cientos de kilómetros en busca de un sentido para los pasos del camino de mi vida y cuando llegué a Santiago de Compostela no encontré nada, no había ningún mapa reservado para mi futuro. Indagué sobre el terreno en los muchos indicios de que Jesús de Nazaret verdaderamente existió y que su presencia en la Tierra fue extraordinaria, pero mi estancia no dió el fruto deseado junto bellísimo y mágico mar de Galilea, en las grutas vivas de Belén y en las piedras multireligiosas de Jerusalén. Esta Nochebuena tengo una certeza inmensa, que sin embargo no puedo probar, que es mi brújula, mi mapa y mi respuesta. En esta noche de paz algo me empuja a buscar motivos para repartir alegría, para regalar cariño pese a los muchos tropiezos y sinsabores que ocurren en el camino del día a día. Y esta vez sí que los encuentro, sin necesidad de dar un paso ni de viajar un sólo kilómetro. El camino que lleva a Belén es un sendero que empieza y termina en uno mismo. No hay que buscar más allá. Cuando encontramos el valor de adentrarnos en él descubrimos que está sembrado de luces, que de su cielo cuelgan millones de bolas rojas de Navidad y que una bellísima estrella nos marca el destino: Dios nos ama tanto que está con nosotros. Queridos lectores, busquen su propio camino. Este consejo es el mejor regalo de Navidad que puedo ofrecerles. Feliz Navidad.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo