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ETA

El Gobierno no confirma su quinta reunión con la banda

Por Irene E. SánchezTiempo de lectura3 min
España24-12-2006

En saco roto. Es ahí donde, según el PP, han ido a parar las palabras del presidente del Gobierno. Aquellas palabras que prometían información y que juraban colaboración y unidad, todas ellas, en balde. El llamado “proceso de paz” sigue su camino, incluso tras la aparición de un zulo de la banda, y el Gobierno sin confirmar su ya quinto encuentro con la banda.

Los tres primeros encuentros fueron previos al anuncio del “alto el fuego permanente”; los dos primeros en Suiza en el verano de 2005; el tercero, en la capital noruega el otoño del mismo año, donde las autoridades escandinavas dieron el visto bueno al encuentro. La cuarta reunión secreta tuvo lugar en los alrededores de Oslo, ya durante el transcurso de la tregua. El Ejecutivo de Zapatero había intentado mantener una reunión con los terroristas este verano, pero el encuentro fue suspendido en el último momento. La pasada semana, se dio el ya quinto encuentro entre los interlocutores de ambas partes, aunque el Gobierno aún no ha confirmado nada. Pese a todo ello, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, niega los hechos. En una rueda de prensa convocada por él mismo, hizo saber que "a día de hoy" no hay novedades sobre el llamado “proceso de paz”. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió el pasado mes de marzo -justo antes de antes de la reunión sobre el alto el fuego de ETA- dar "información y colaboración" a la ciudadanía y a la oposición acerca de sus encuentros con los terroristas. Sin embargo, y tras casi nueve meses de estas declaraciones, la situación no se asemeja a lo afirmado por el presidente. El quinto encuentro entre Gobierno y ETA tuvo lugar la semana pasada. En éste, ambas partes coincidieron en que tanto unos como otros debían actuar para recuperar la confianza perdida. Las condiciones de los terroristas no se basaron tanto en el acercamiento de presos o en la legalización de Batasuna como en acabar con los arrestos y sobre todo, en concretar el contenido de la mesa de partidos. Ante esto, y pese a recordar a los terroristas que el poder judicial es independiente, el Gobierno se mostró dispuesto a atenuar progresivamente la política penitenciaria que viene llevando a cabo los últimos meses, con la condición de que cese la actividad de la kale borroka en el País Vasco. El Gobierno pidió también a la banda la muestra pública de su intención de continuar con el llamado “proceso de paz”. Durante el encuentro, ETA no planteó la posibilidad de romper el alto el fuego. Las perspectivas desde el Gobierno son optimistas debido a este hecho y a que la reunión supone un avance en el “camino” de los socialistas. Incluso éstos esperaban un gesto positivo por parte de la izquierda abertzale tras la reunión. Gesto que seguro no tiene que ver con la aparición de un zulo que contenía 50 kilos de material utilizado por ETA para hacer explosivos, consistente en un bidón de grandes dimensiones enterrado, un tipo de escondite habitualmente empleado por la organización terrorista para ocultar armas y explosivos. El “reciente” escondrijo, situado en una zona de monte cercana a la localidad vizcaína de Amorebieta y encontrado el pasado sábado, supone el primer indicio de actividad armada de la banda terrorista en España desde que se inició la tregua el pasado mes de marzo. El portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, afirmó que la aparición del zulo de ETA demuestra que la banda armada "no sólo no está dispuesta a abandonar las armas sino que se está rearmando para un eventual final del supuesto alto el fuego".

Fotografía de Irene E. Sánchez