ROJO SOBRE GRIS
Luces
Por Amalia Casado
2 min
Opinión27-11-2006
Me gustan estas lucecitas. Hay que reconocerle a este alcalde de Madrid las cosas buenas que hace. Sólo él sabe en qué se va a convertir esta ciudad cuando terminen estas obras traen de cabeza a peatones, pero sobre todo, a conductores. De lo que no cabe duda es de que Gallardón es un hombre que piensa en grande y a lo grande. Pensar en grande, que no es lo mismo que la megalomanía, es una virtud. Es un criterio de acción que se agradece en un dirigente tanto local como nacional o internacional. No es difícil encontrar a líderes –si es que se les puede llamar así- que no son capaces de ver a futuro, de proyectar una ciudad con realismo pero con exigencia aunque los obstáculos sean grandes. El sus manos está el futuro, en muchos sentidos. Aunque el del desarrollo económico no sea el único, es una de sus responsabilidades. Y cuando las cosas se hacen bien, hay que aplaudirlas. Recuerdo ahora los conflictos que en la ciudad de Burgos generó la peatonalización de una calle del centro. Los comerciantes protestaban por las consecuencias económicas que tendrían las obras durante la peatonalización. Hoy es el día en que la actual Alcaldía ha potenciado el comercio del centro, ha renovado las calles y los parques, las orillas de los ríos y el patrimonio de la ciudad como no se recordaba desde hace años. Los comerciantes que protestaban son ahora los privilegiados que poseen un comercio en una de las calles más transitadas y populares de la ciudad. Talento, capacidad de trabajo, ilusión. Son las tres cualidades que no de deben faltar a un participante de operación triunfo. Me parece bien. Añadiría la de humanidad. Pero lo cierto es que a un político se le elige porque se les supone talento. Durante su legislatura ha de ponerlo en práctica con su capacidad de trabajo, pero, si no es capaz de ilusionarse con lo que hacer, no será capaz de ilusionar. Las luces de Navidad en Madrid de este año son una obrita de arte urbano. Destaca especialmente la propuesta que ha hecho Ágata Ruiz de la Prada: alegre y moderna sin dejar de ser tradicional. Sería una tragedia hacerle un RIP al verdadero espíritu navideño pero una iniciativa como ésta me parece reflejo de que este alcalde de Madrid sigue teniendo una gran capacidad de ilusionarse y de ilusionar. A pesar de todo. Rojo Sobre gris para el alcalde de Madrid y su propuesta de luces para celebrar este año la llegada al mundo del Hijo de Dios.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo