MÉXICO
López Obrador se proclama "presidente legítimo" del país y jura el cargo
Por J. F. Lamata Molina2 min
Internacional26-11-2006
Apenas 12 días antes de que el presidente electo de México, Felipe Calderón, sea investido, su rival político, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se le ha adelantado proclamándose presidente y dejando el país en una tensión de difícil solución. “Como presidente legítimo, vamos a hacer mucho más que el pelele (Calderón) que quieren imponer como presidente de la República”.
Así de claro se expresó el líder izquierdista, que considera a PAN un partido “de los empresarios y los terratenientes americanos”. Los partidarios AMLO acusan al PAN de haber manipulado los resultados “tras largos años de PRI-saurismo, ahora quieren imponer el PAN-saurismo”. México se enfrenta a la división más seria de los últimos años. Las elecciones presidenciales de julio dieron la victoria al candidato conservador, Felipe Calderón (PAN), que obtuvo menos de un uno por ciento de ventaja sobre el candidato populista de izquierdas, Andrés Manuel López Obrador (PRD). Esto desató una lucha judicial entre los respectivos partidarios, a pesar de que en noviembre los tribunales fallaron a favor de Calderón, López Obrador sigue considerándose “presidente legítimo” llegando la pasada semana a “autoinvestirse” públicamente presidente del país. El PRI, partido revolucionario que gobernó autoritariamente México durante más de 70 años y que ahora ha quedado relegado a la tercera posición (su candidato, Madrazo, apenas obtuvo 9.237.000 votos), ya reconoció en julio la victoria de Calderón (el PRD fue una escisión del PRI, en con un aire más populista que simpatiza con el bolivarismo venezolano de Hugo Chávez). Las batallas judiciales entre candidatos por una victoria no es un gran novedad. Todo el mundo siguió, en noviembre de 2000, los recursos de Al Gore en Estados Unidos reivindicando su victoria electoral frente a George W. Bush. Gore perdió aquella pugna. Más reciente fue la confrontación ucraniana, donde Yushenko impugnó la victoria del oficialista Yanukovich, en esta ocasión sí se dio la razón al supuesto perdedor, en realidad ganador. Sin embargo, en aquella ocasión, los derrotados Gore y Yanukovich reconocieron su derrota, López Obrador no lo ha hecho, con su autoinvestidura, deja al país con dos presidentes en una situación más propia de guerras civiles. Quizás Lopez Obrador tenga en mente los sucesos filipinos de 1986, cuando los tribunales electorales dieron la victoria al nacionalista Ferdinad Marcos, pero su rival, Corazón Aquino no aceptó la derrota y juró su cargo en un acto multitudinario el mismo día que lo hacía Marcos. Entonces, toda la Comunidad Internacional reconocieron la legitimidad de Aquino. Hasta el momento, ningún país ha reconocido la supuesta victoria de López Obrador.