MEDIO AMBIENTE
El maltrato al medio ambiente tiene graves consecuencias
Por Cristina Arias
2 min
Sociedad19-11-2006
El cambio climático está en boca de todos. A medida que la atmósfera se va calentando, sus consecuencias comienzan a apreciarse. El calentamiento global, producido por la emisión de gases contaminantes, va en aumento. Cada año se registra un crecimiento de un 0,3 por ciento de dióxido de carbono (CO2).
Además, la lluvia que recoge estos gases daña y mata la vegetación y acidifica lagos, corrientes de agua y suelos y mata a poblaciones de peces. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos (IPCC) estima que en los próximos 100 años, la atmósfera terrestre se calentará unos 5,8 grados centígrados por lo que hacia 2100 el nivel del mar aumentará aproximadamente medio metro (con un margen de variación de entre 15 centímetros y 95 centímetros). Entre las consecuencias del calentamiento destaca el aumento de la erosión (cada año se pierden entre 5 y 7 millones de hectáreas de tierras cultivables), la desertización, la reducción de la superficie de los bosques (en los últimos 40 años la zona forestada per per a escala mundial a disminuido un 50 por ciento) y aumentos de huracanes, tormentas, inundaciones o sequías. Entre los efectos ecológicos del aumento del nivel de los océanos figuran: el aumento de las inundaciones, la erosión de zonas costeras, la salinación de acuíferos y la pérdida de tierras. Además el calentamiento climático plantea una amenaza para la extinción de las especies y para la salud humana (enfermedades infecciosas, olas de calor...). Respecto a las especies la ONU plantea un índice para medir la riqueza de los bosques y los ecosistemas de costas y de aguas dulces. Este índice asegura que en los últimos 30 años han disminuido las poblaciones de 319 especies forestales; un 50 por cien de las poblaciones de 194 especies de agua dulce a partir de 1970 y una disminución del 35 por cien en las poblaciones de 217 especies marinas. Además, la destrucción de la capa de ozono viene observándose desde principios de la década de los 70: aumentan las dimensiones del agujero de ozono en la Antártida y se reduce el espesor de la capa de forma global, incluso en latitudes medias donde cada década se reduce entre un 5 y un 7 por ciento. Esto provoca que aumente la radiación y, aunque la situación parece que ha mejorado tras la eliminación de productos que dañaban la capa de ozono, la OMM no espera que esté limpia hasta el año 2060 ó 2070. Otro de los graves problemas del mundo es el descenso de la calidad y la disponibilidad del agua. En el año 2000, 508 millones de personas vivían en 31 países afectados por escasez de agua y, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1.100 millones de personas carecían de acceso a agua no contaminada.