ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Era de esperar
Por Isaac Á. Calvo2 min
Internacional04-11-2006
Como era de esperar y se preveía, la situación en Oriente Próximo se ha complicado bastante durante el último mes. Lo ocurrido durante la pasada semana añade grados de dificultad pero no parece que vaya a finalizar ahí el asunto, por lo que no se descarta un incremento considerable de la violencia. El Ejército de Israel está desarrollando la operación Nubes de Otoño, que ya le ha costado la vida a más de 40 palestinos por diferentes ataques selectivos y escaramuzas. Además, desde Estados Unidos se afirma que Irán y Siria podrían estar conspirando para aumentar su influencia en Líbano, un país que ha visto cómo su espacio aéreo era sobrevolado por aviones israelíes pese a la resolución de la ONU que puso fin al conflicto del pasado verano. Y si la tensión por las actividades del régimen iraní no fuera suficiente, éste ha realizado ejercicios militares con misiles de largo alcance. Toda una demostración de fuerza que se suma a sus planes nucleares, pacíficos según el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad. También era de esperar que el Gobierno de Corea del Norte regresara a las conversaciones multilaterales después de su prueba atómica. La actitud de Kim Jong-il no sorprende pues la mayoría de las veces se basa en las amenazas para intentar obtener réditos y ayudas que palíen la pobreza norcoreana y le mantengan en el poder. Era de esperar, asimismo, que el Ejecutivo de Italia tomara medidas para reducir la inseguridad y violencia que se vive en ciudades como Nápoles. De momento, se ha enviado un millar de policías pero el primer ministro, Romano Prodi, no descarta utilizar al Ejército para lograr su objetivo. La Policía Federal Preventiva también trata de atajar los disturbios que, desde hace semanas, tienen lugar en Oaxaca (México). Después de unos días de relativa calma, la tensión se ha reavivado y una veintena de personas resultaron heridas en los disturbios entre los manifestantes y las Fuerzas de Seguridad. Se trata de un asunto preocupante que ya ha dejado varios muertos desde que comenzó y que no parece tener fácil solución.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD