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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

La felicidad

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad15-10-2006

No es un estado de ánimo. Pero quizás hay que estar predispuesto a ello, pues para ser feliz hay querer serlo. "Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez", dijo Blaise Pascal. Pero se olvidó de diferenciar entre el ser y el estar. Un reciente informe dice que la felicidad se construye con cuatro variables: trabajo, familia, salud y fe. Sin embargo, con esos conceptos no se define felicidad. Para ser feliz no hay que tener un puesto de directivo de una gran empresa, una familia modelo, un cuerpo diez y un asiento fijo en la misa de los domingos. La felicidad no se tiene. Dicen que el dinero no da la felicidad aunque ayuda. Luego viene esa cruda realidad plagada de infelices y nos pone ante nuestras narices excepciones contradictorias de pesonas ejemplares que rebosan de felicidad limpiando letrinas, cuya familia ha quedado destrozada por los avatares de la vida y el egoísmo, maltrechas físicamente por el paso de los años y la enfermedad y, curiosamente, muy religiosas. Hasta los santos la buscan: "He cometido el peor de los pecados, quise ser feliz", dijo santa Teresa de Jesús. Un sabio profesor universitario, que presume humildemente de no saber nada, explicó una vez en el aula que la felicidad se basa en la relación con Dios, esa opción que nos apunta el mencionado estudio de la OCDE. En la era de las prisas, el consumismo, la búsqueda del poder, la fama y la belleza eterna parece que Dios ha quedado relegado a los titulares morbosos, sacados de contexto y sensacionalistas. El sabio profesor dijo que si Dios es el centro de la existencia de cada uno, y la relación con Él goza de buena salud, también lo serán el resto de relaciones humanas: con los demás, con las cosas y con uno mismo. Pero cuidado: "Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace", coincidieron Jean Paul Sartre y Leon Tolstoi. También la felicidad tiene un precio, como explica Woody Allen. "La única manera de ser feliz es que te guste sufrir", afirma el cineasta. Afortunadamente todos sabemos de ello.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo