ANÁLISIS DE ESPAÑA
‘No news, bad news’
Por Alejandro Requeijo2 min
España01-10-2006
El curso político tocaba a su fin. Eran las vísperas del mes de agosto cuando el presidente del Gobierno anunció el inicio de un periodo marcado por el apagón informativo en todo lo referente al proceso de paz. Una apuesta por la discreción frente a un exceso de noticias que pudiesen entorpecer la negociación. Posibles malos entendidos, esa abundancia de opiniones que a veces resulta tan perjudicial o incluso ciertas manipulaciones interesadas por parte de los medios no afines eran algunos de los miedos del Ejecutivo. Por ello Zapatero optó por cerrar el grifo y, a la hora de hacer pública su decisión, echó mano de un principio periodístico que dice, ”no news, good news”. Al pronunciar esa expresión, el presidente se refería a que la ausencia de novedades tendría como significado que el camino largo duro y difícil que lleva a la paz navegaría viento en popa. No obstante, pasadas las semanas aquel razonamiento parece no ajustarse demasiado a la realidad. Efectivamente, el proceso no ha dado ninguna novedad. Durante el verano no se ha producido contacto directo alguno entre los negociadores del Gobierno y la banda terrorista. El Ejecutivo se comprometió a informar a los distintos grupos políticos en el Congreso sobre el desarrollo de la negociación a finales de septiembre, sin embargo estos encuentros no se han producido, simplemente porque no hay nada que contar. Pese a todo, la abundancia de opiniones sobre el diálogo con ETA –en gran parte gracias a las constantes bravuconadas del entorno abertzale- no ha desaparecido de la primera plana informativa. Esto ha llevado a Zapatero lanzar también algún mensaje a su favor como que el Parlamento Europeo dará un espaldarazo a su proceso de diálogo. Mucho menos afortunado estuvo cuando aventuró que el proceso estaba a punto de entrar en “momentos trascendentes”. Se tiró a la piscina pero no había agua. Tan sólo tres encapuchados lanzando disparos al aire y un nuevo ultimátum de Batasuna en el que la formación ilegalizada da un plazo de “semanas” al Gobierno para “desbloquear” la situación. En definitiva, cuando se cumplen dos meses del supuesto apagón informativo anunciado por Zapatero, el proceso en efecto no ha aportado ninguna novedad. Pero al contrario de lo que preveía el presidente, al final esa escasez de información precisamente ha resultado ser la peor de las noticias.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio