Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ECONOMÍA

Una cuerda que se tensa

Fotografía

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía16-07-2006

Hasta ahora, hablar de subidas en el precio del petróleo era referirse a tensiones con Irán, a peligro de huracanes en el golfo de México, a la situación política boliviana, a las evoluciones de las empresas españolas en el continente americano, y a la demanda de combustibles para transportes y sistemas de refrigeración. Pero desde hace pocos días mentar el alza del crudo es tender la vista, inexorablemente, hacia Oriente Próximo, hacia las problemáticas relaciones entre Israel, los grupos terroristas y los estados árabes. El petróleo Brent ya ha superado los 78 dólares por barril y, si la cuerda se tensa, si el conflicto se extiende más allá de Líbano e Israel, el incremento del oro negro y las pérdidas en las bolsas van a ser imparables en los próximos meses, sin contar con la actitud que pueda tomar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ante los acontecimientos. De momento, el comportamiento del crudo ya ha afectado al apartado relacionado con la vivienda dentro del Índice de Precios al Consumo (IPC) de junio, que ha subido dos décimas. La subida del petróleo ha conducido a un incremento de los gastos de mantenimiento del hogar, que se reflejan, entre otros asuntos, en las facturas de gas. Este temporal llega a España justo en medio de la época de los sueños, ese momento que numerosas personas anhelan con vehemencia: las vacaciones. Pero éstas se pueden convertir en una pesadilla si no se deja bien atada la forma de desplazarse hasta el lugar de asueto. Si se confía en el vehículo particular, dado el panorama, habrá que pensar en aflojar la cartera para hacer frente al hambre del depósito de gasolina. Pero si se prefieren los transportes colectivos, la mejor opción es la paciencia: la huelga del aire se traslada ahora a las vías férreas.

Fotografía de Gema Diego