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ANÁLISIS DE LA SEMANA

Algo bueno dentro de todo lo malo

Fotografía

Por Raquel GonzálezTiempo de lectura2 min
Economía26-10-2001

Independencia absoluta de los poderes políticos. Eso es lo que ha querido demostrar el Banco Central Europeo (BCE) al no hacer caso de las presiones para que bajase los tipos de interés. El BCE piensa que la situación no es tan grave como se quiere dar a entender y que para mantener los precios bajo control lo mejor es no tocar los tipos. Las bolsas, reflejo de cualquier acontecimiento político, económico o social han acusado la medida del BCE, pero tampoco ha sido una reacción devastadora. Las bolsas van alcanzando un cierto equilibrio y en toda la semana lo único que las hizo bajar fue la decisión del BCE, después remontaron aunque levemente. El Ibex, como siempre el índice europeo que más pierde cuando hay bajadas generalizadas en todas las bolsas, encabezó la lista negra. Más listas negras, en las últimas semanas aparecen bastantes. Esta incluye a los países que forman la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este año sólo habrá un dos por ciento de crecimiento. Desastre absoluto al compararlo con el 12 por ciento que hubo en el 2000. ¿Causas? No hay que pensar mucho, últimamente parece que toda debacle económica esté provocada por lo mismo: el 11-S. Aunque bueno, alguna crisis queda por ahí y que sorprendentemente, tratándose del sector aéreo, no está provocada por el ataque a EE.UU. y sus consecuencias bélicas. Es el tema de Aerolíneas Argentinas. El grupo español que recientemente adquirió la compañía ha comenzado un plan de saneamiento que pasa por la reducción del sueldo de los trabajadores entre un 15 y un 20 por ciento. Parece que falte liquidez por todas partes, quizá Antonio Camacho también estaba necesitado económicamente y por eso hizo lo que hizo en Gescartera. Clara ironía. El caso sigue evolucionando y ahora se espera con atención la comparecencia de Rato y Montoro, los cuales acudirán ante la comisión investigadora pero totalmente protegidos por normas especiales a la hora de declarar. De nuevo Rato y ahora en compañía de Juan Carlos Aparicio, responsable del ministerio de Trabajo, han alcanzado, en representación del Gobierno, un acuerdo con los sindicatos en la reforma de la negociación colectiva. Un debate que permanecía bloqueado por la falta de entendimiento entre los dos sectores. Esto es lo bueno dentro de todo lo malo.

Fotografía de Raquel González