ITALIA
La última carga de ¬Il Cavaliere¬
Por Miguel Martorell
2 min
Internacional16-04-2006
El primer ministro saliente de Italia, Silvio Berlusconi, no acepta el resultado que arrojaron las urnas la semana pasada. Su victoria parecía cantada con un sistema electoral proporcional que beneficia a las coaliciones mayoritarias y, tal vez por eso, su excéntrico estilo de hacer política no cambió un ápice durante toda la campaña electoral. Las acusaciones de fraude y las peticiones de recuento de votos suponen los últimos coletazos de uno de los políticos más duros que ha tenido Italia.
Cuando Romano Prodi apareció ante las cámaras de todo el mundo para proclamar su victoria gracias al voto de los italianos en el extranjero, Berlusconi permaneció en silencio encerrado en su residencia en Roma. Allí estuvo hasta bien entrada la tarde, cuando compareció ante los medios para llamar a la calma y recordar que se habían detectado cerca de 80.000 papeletas nulas. Il Cavaliere anunció que su partido, Forza Italia, había pedido el recuento de todos los votos, incluidos los anulados, pues la ligera ventaja de 25.000 papeletas que obtuvo Prodi podría verse invertida. Ante las declaraciones cada vez más triunfantes del centroizquierda, Berlusconi no pudo reprimir una nueva subida de tono tan habitual en el carácter de Il Cavaliere. "Hay sumas equivocadas e indicaciones equivocadas", señaló antes de afirmar que se había cometido un fraude en las urnas. "El resultado tiene que cambiar", sentenció. La aparición de papeletas en la basura, hecho calificado por la Policía italiana como "tremedo despiste" por parte de las autoridades electorales, no ha hecho más que dar más balas para la recámara de Berlusconi. Los "puntos oscuros" denunciados por el primer ministro fueron cayéndose poco a poco cuando el Ministerio del Interior redujo a 5.000 el número de papeletas cuestionadas. Interior reconoció que los votos pendientes de revisar no darían la victoria al centroderecha. Fue entonces cuando Berlusconi ofreció a su rival la posibilidad de una gran coalición al estilo germánico. "Reconozcan sin incertidumbres nuestra victoria", le espetaron desde las filas de “La Unión”, aunque no descartaron su consenso a la hora de elegir al nuevo presidente de la República. Pero Il Cavaliere se ha caracterizado durante estos cinco años de Gobierno por su empecinamiento a la hora de afrontar las situaciones, no en vano es el único primer ministro que ha terminado un mandato desde Benito Mussolini. Así, aun viendo alejarse las posibilidades de victoria y en espera de la sentencia definitiva del Tribunal de Apelaciones, Berlusconi alzó la mano y proclamó, en estas elecciones "no hay ni vencedores, ni vencidos."