Las ONG, ‘un gramo de esperanza’ en la guerra contra Afganistán
Por La Semana2 min
Sociedad17-10-2001
Están en Afganistán o Pakistán, en una guerra contra el terrorismo que padecen también, y sobre todo, miles de civiles. Son miembros de organizaciones no gubernamentales que se encuentran en el frente de una batalla por hacer más llevadera las situaciones ya de por sí dramáticas desencadenadas por el enfrentamiento armado.
Los bombardeos de Estados Unidos contra Afganistán han afectado también a un almacén de la Cruz Roja Internacional en Kabul el pasado día 16. Seis ONG pidieron al día siguiente en Islamabad el paro de los bombardeos al menos por unos días para repartir la ayuda. Después de los misiles y las bombas, los aviones arrojan víveres. Pero lo que llega desde el aire con la propaganda resulta insuficiente. Pocas horas después del primer ataque de Estados Unidos contra Afganistán el pasado 7 de octubre, dos aviones arrojaron 37.500 paquetes de alimentos sobre territorio afgano, todo un “éxito” para el coronel Jay de Frank, de la fuerza aérea estadounidense, que desde organizaciones no gubernamentales como Christian Aid es apenas una “pequeña gota en el océano”, según uno de sus miembros, Nick Gutmunn. Además, los paquetes no contienen lo más apropiado: “Entregar mantequilla y mermelada de fresa no es adecuado en esta situación. Los afganos necesitan legumbres, trigo, aceite y azúcar. Sólo esos alimentos los mantendrán en sus aldeas, y son lo que necesitan para enfrentarse al invierno”, dijo Gutmunn. Tampoco está garantizado que los paquetes lleguen a su destino idóneo, a quienes más lo necesitan, ni que un paquete pueda caer sobre un territorio minado, de los muchos que hay en Afganistán. EL GENERAL INVIERNO Mientras los militares hablan del próximo ataque del general invierno, Oxfam Internacional y Ayuda en Acción, dos de las seis organizaciones que hicieron la petición después del daño colateral del almacén de la Cruz Roja afirman que el invierno dificultará la llegada al país y distribución de la comida y medicinas, sobre todo en las zonas montañosas. La Organización de las Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias aseguran que se han introducido en territorio afgano 10.000 toneladas de víveres, una quinta parte de lo que necesitaría la población para sobrevivir al frío que, además, dejará incomunicado a medio millón de personas. En uno de los países vecinos, Pakistán, los miembros de las organizaciones no gubernamentales pacifistas no están viviendo los mejores momentos. El Foro de ONG de Pakistán ha informado que las oficinas de varias organizaciones civiles han sido atacadas por las turbas, entre las que se encuentran las de la Organización por el Bienestar de las Mujeres y la Infancia, la Fundación para el Desarrollo Darul Falah y Salik, la Sociedad Protectora de los Derechos de la Infancia y la Comisión de los Derechos Humanos de Pakistán.