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SUMARIO 11-M

Las dudas acerca del hallazgo de una mochila cuestionan la investigación

Por Antonio PérezTiempo de lectura3 min
España15-03-2006

Un diario nacional pone en tela de juicio la investigación del 11-M. El líder de la oposición le da crédito y exige explicaciones a los poderes públicos mientras afirma que, de ser cierto, se podría invalidar todo el sumario que el juez Del Olmo está ya a punto de finalizar. Son los ingredientes que hacen de esta historia la crónica de una polémica anunciada.

La noticia saltó cuando uno de los inspectores encargados de custodiar los objetos y las posibles pruebas del 11-M, Miguel Ángel Álvarez, no pudo identificar ante el juez Del Olmo que la mochila que le presentaban como prueba fuera la que realmente vio el 11 de marzo de 2004. Precisamente esa bolsa de deporte fue la piedra angular sobre la que se inició la investigación del 11-M y sobre la se asienta el caso. Y es que en esa mochila se encontró un artefacto que no llegó a explosionar y que puso a la Policía sobre la pista de los que posteriormente fueron acusados de perpetrar los atentados en la capital española. En la declaración del testigo del 9 de marzo del presente año, se especifica que la bolsa encontrada en la estación de El Pozo que fue transportada a la Comisaría de Vallecas no se corresponde con la que el testigo vio el día de la masacre. Textualmente, el parte judicial de la declaración relata así el procedimiento: “En este momento, se procede a mostrarle la bolsa de deportes recuperada en la Comisaría del Puente de Vallecas, que es la que contenía el artefacto explosivo, a fin que manifieste si es la bolsa que ha descrito anteriormente y que recuerda que vio en la Estación del Pozo y manifiesta que no es la que él recuerda haber visto en la Estación del Pozo. Que por sus características no es”. El periódico El Mundo hizo pública esta información poniendo en entredicho la veracidad de la investigación policial del caso y abriendo una polémica que protagonizó la batalla política de los últimos días. No sólo por la información en sí, sino porque el presidente del PP y líder de la oposición, Mariano Rajoy, exigió explicaciones sobre la mochila y llegó a afirmar que si esa mochila no estaba en El Pozo se podría anular todo el sumario del 11-M. “Ahora dice la Policía que no estaba allí una mochila que fue básica para decir quiénes eran los autores y que es básica para toda la investigación. Es que esto, si se confirma, podría anular la investigación y el sumario”, declaró Rajoy. “¿Dónde estaba la mochila o quién la puso allí”, se preguntó el líder popular. El error de La Audiencia Y después de la valoración de Rajoy, ardió Troya. La Policía aseguró que actuó con diligencia y siguiendo todas las indicaciones durante el día de los atentados, los jueces mostraron su malestar por el hecho de que se ponga en entredicho la labor de dos años de trabajo. Además, tanto el PSOE como Izquierda Unida, Convergencia i Unió y Ezquerra Republicana de Catalunya, acusaron al líder de la oposición de actuar de manera irresponsable ante una investigación trascendental así como de tratar de intoxicar a la Opinión Pública. Del mismo modo, pidieron respeto hacia las decisiones judiciales y hacia los policías que trabajaron en la investigación. En ese sentido, el ministro de Interior, José Antonio Alonso, defendió la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado al declarar que tanto ellos como la fiscalía y los jueces “están realizando una magnífica labor con limpieza, transparencia y honestidad”. Finalmente, la Audiencia Nacional zanjó la polémica al informar que la mochila presentada –que el testigo no pudo reconocer- no se correspondía con la bolsa encontrada en la estación de El Pozo. De hecho, la bolsa mostrada en la identificación fue una réplica nueva adquirida en el barrio madrileño de Lavapiés por la Policía para comparar su tejido y sus características con la original, que estaba más usada y tenía un color desgastado.

Fotografía de Antonio Pérez