ANÁLISIS DE ECONOMÍA
El precio real de dejar de fumar
Por Gema Diego
1 min
Economía19-02-2006
El ejemplo de la ley antitabaco española está cundiendo en otros países de la Unión Europea. Hace pocos días, hemos visto cómo Gran Bretaña ha establecido una normativa aún más restrictiva que la de nuestro país. En busca de ventajas para la salud de los no fumadores y de los fumadores pasivos –aunque las asociaciones de fumadores hayan creado hasta un código de derechos para demostrar que no se ha probado científicamente que el humo afecte a los que lo aspiran-, la economía relacionada con el sector está sufriendo desconcertantes vaivenes. El origen del hilo está en que, si se intenta que los españoles fumen menos, para recaudar la misma cantidad o más para las arcas del Estado en concepto de impuestos habrá que aumentar el gravamen del tabaco. En respuesta, las compañías tabaqueras incrementan el precio de sus productos para mantener el mismo nivel de beneficios. Hasta las marcas de bajo coste se han visto afectadas con estos movimientos que, al final, repercuten en un fumador que afirma fastidiarse cada vez que va al estanco y descubre que las cajetillas de su firma preferida son un poco más caras. Ante esta situación, proliferan las ofertas de adquisición de tabaco a través de Internet, en lotes y de forma que se puedan ahorrar unos cuantos euros. Hasta aquí, las complicaciones económicas de la ley antitabaco no dejan de ser anecdóticas, pero se tornan dramáticas cuando se observa que, en el intento de terminar con el vicio, se acabarán cortando por lo sano numerosos puestos de trabajo. Ahora, imaginación al poder en busca de un sustitutivo que absorba los empleos destruidos. Por favor, intenten que éste sea mejor para la salud.
