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ESTATUTO CATALÁN

Zapatero, entre “no desnaturalizar” el texto o “limpiarlo como una patena”

Fotografía

Por Antonio Pérez VicenteTiempo de lectura2 min
España06-11-2005

La propuesta de reforma del Estatuto para Cataluña será tramitada y estudiada por las Cortes Generales. Después de su presentación ante el Congreso de la mano de Artur Mas (CiU), Manuela de Madre (PSC) y Josep Lluís Carod Rovira (ERC), que defendieron tanto la propuesta como la denominación de “nación” para Cataluña, los líderes de los principales partidos españoles mostraron sus diferencias con respecto al texto.

Finalmente, la cámara respaldó el Estatut con 197 votos a favor, 146 en contra (todos los diputados del PP) y una abstención. En el pleno, tanto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como el líder de la oposición, Mariano Rajoy, mostraron sus argumentos a favor y en contra de la propuesta catalana. Con independencia del resultado final, la sesión sirvió para aclarar y desvelar las posibles estrategias que seguirán los partidos a partir de ahora. Zapatero apostó por lanzar guiños a los ponentes al asegurar que no “desnaturalizará” el Estatut y afirmó que “Cataluña tiene identidad nacional”. Del mismo modo, manifestó que “el Gobierno no tiene miedo al debate ni a las reformas” y trató de hacer extensivas algunas de las peticiones catalanas al resto de las comunidades autonómicas. Además, el presidente del Ejecutivo abogó por aumentar el autogobierno de organismos autonómicos al considerar que, de esta manera, España “gana en fuerza, en vida y en dinamismo”. Sin embargo, también concretó que las competencias que la Carga Magna reserva al Estado “son indisponibles para el legislador estatutario”. En lo referente a las pretensiones en materia de Justicia del estatuto, Zapatero consideró necesario respetar la Ley Orgánica del Poder Judicial. En ese sentido, el líder del PSOE también subrayó que en materia económica existe “un tronco común” para toda España y defendió la competencia estatal de recoger impuestos –eso sí, sin olvidarse de recordar la solidaridad de Cataluña con el resto del país-. En el otro lado de la balanza, Mariano Rajoy criticó el estatuto, su presencia en las Cortes y el apoyo del PSC al texto. Para el líder del PP la reforma catalana debería haber seguido el mismo camino que el llamado Plan Ibarretxe. De hecho, Rajoy cree que el texto debería haber sido devuelto al Parlamento catalán para que lo modificara y se ajustara a lo que, a su juicio, es la legalidad constitucional: “La distancia entre el Estatuto y la Constitución es tan abismal que cualquier acomodo resulta imposible”, sentenció. Rajoy fue más allá y apeló directamente al presidente del Gobierno: “Si todo está bien, la Constitución es buena, hemos ido a mejor, somos ciudadanos libres, iguales en derecho y solidarios, ¿por qué hay que cambiar la Constitución, los Estatutos o el modelo de financiación?”. En este contexto, el líder de los populares propone o bien alcanzar un acuerdo global entre PP y PSOE o que la propuesta actual estatutaria sea tramitada como una reforma constitucional. El jefe de la oposición ha afirmado que si Zapatero no asume una de sus proposiciones presentará una enmienda a la totalidad del texto. Mientras cada uno de los grandes partidos defiende sus discursos, los partidos catalanes que apoyan la reforman se muestran poco dispuestos a rebajar las aspiraciones reflejadas en el texto. El líder nacionalista Artus Mas ha llegado a afirmar que “si fracasa el Estatut, fracasa Cataluña y fracasa Zapatero”.

Fotografía de Antonio Pérez Vicente