ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Sueños
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad06-11-2005
Muchos sueños viajan en patera, en la oscuridad de la noche, a través del desierto, en los bajos de un camión, a pie, a lo largo de miles y miles de kilómetros o con una escalera bajo el brazo. Los sueños están hartos de tener pesadillas, de ver morir a los niños, de que nadie les cante una nana o de escucharla entre los tiroteos de una guerra ajena. En África hay pocas esperanzas, pero aún hay sueños. Los africanos son alegres y optimistas, aunque el campo esté baldío, más muerto que vivo y sembrado de minas. La enferma África a la que mata el hambre y el sida sueña con las migajas de Europa. Por debajo del Estrecho hay quienes sueñan con la sequía de risa que los europeos estirados y egoístas deberían tomar en serio. Por debajo del Estrecho millones de ojitos de negro azabache miran al futuro, y sonríen cuando les regalan un mísero lápiz para aprender a escribir, un trozo de madera y carbón que en Europa iría directo a la basura. En Europa los sueños suelen ser plácidos desde el principio de la vida: sueños vestidos de sábanas blancas y caricias limpias; pues en Europa las noches no son tan tristes ni las esperanzas tan negras. Pero cuando se hace de noche y sólo se ven las estrellas, en Europa, en África, en el mundo todos los soñadores tienen sus razones para acunar sus ilusiones.
Seguir a @AlmudenaHPerez
Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo