ANÁLISIS DE SOCIEDAD
La Naturaleza, otra fémina ignorada
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad16-10-2005
La utilizamos, abusamos de ella, la ninguneamos. Muchas veces la tomamos a broma, no la respetamos. Infavaloramos su poder, su capacidad. No nos damos cuenta de lo mucho que necesitamos de ella. Sólo la prestamos atención cuando parece amenazarnos, y ni siquiera nos damos cuenta que cuando actúa contra nosotros es porque primero el hombre la propinó una bofetada aún más fuerte. Y ni con esas aprendemos. Hemos perdido el respeto a la madre Naturaleza. Es normal, cuando ni siquiera se rinde el merecido tributo a una madre, qué se va a hacer con eso que no nos pilla aparentemente tan de cerca: ignorarla. ¿Alguien se ha parado a pensar del poder de atracción de los líquidos que tiene la Luna? ¿Alguien ha alertado de la proximidad de terremotos tras el eclipse de sol de hace unas semanas? La tierra que pisamos también "flota", sobre lava incandescente, un líquido al fin y al cabo. Ahora llegan noticias oscuras de la gripe aviar y ponemos el grito en el cielo. A estas alturas Dios debe estar sordo, de tanta voz dada a destiempo. ¡Pobrecito hombre! ¡Qué caprichoso es! ¡Qué ignorante! ¡Qué poco previsor! La gripe aviar no es nada nuevo. No hay más que buscar en las hemerotecas, hacer un poquito de historia y tomar en serio a la Naturaleza. Quizás para eso se tengan que hacer muchas leyes de igualdad o que la madre Naturaleza cambie de sexo. Su nombre femenino parece no ayudarla demasiado a que la humanidad la prestemos la atención merecida. Posiblemente el mundo hubiera sido otra cosa si a las mujeres se les respetase y atendiese acorde a sus derechos. ¡Eso sí que sería todo un acontecimiento natural!
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo