ANÁLISIS DE ECONOMÍA
En el año 2015
Por Gema Diego2 min
Economía16-10-2005
Seguramente habrán visto en televisión el anuncio un programa que recrea posibles situaciones del año 2015. Con la Avenida de Rafa Nadal y la caída de la selección por goleada ante Malta, se predicen sucesos de los próximos 10 años. Jugar a ser gurú es divertido. De hecho, es algo que se puede hacer mientras se da un paseo o se vegeta en el interior de un autobús urbano rumbo a alguna parte donde haya máquinas de café a las ocho de la mañana. En uno de esos momentos, se sugieren posibilidades que están más cercanas de lo que pudiera parecer. En la actualidad se hacen numerosos estudios sobre la proporción del salario que se dedica a la compra de una casa. Y ¿cuánto se tardará en calcular lo que dedica el español medio a transporte, a combustibles? No mucho, pues este momento llegará en cuanto un pedazo considerable de un sueldo se lo coman el coche y el transporte público. Cuando el petróleo por sí solo puede hacer enloquecer a la inflación en un solo mes –y no sólo en España, también en Alemania y Estados Unidos se han alcanzado cifras desconocidas desde hace años- y romper las previsiones de los gobiernos, hasta los organismos reguladores más apáticos piensan en tomar cartas en el asunto. Para colmo, el petróleo afecta a los aspectos más recónditos de nuestra vida: las huelgas de transportistas desabastecen las estanterías de los supermercados –consecuencia: productos más caros-, los billetes de los aviones se encarecen –consecuencia: nuestra escapada de fin de semana con una aerolínea de bajo coste se retrasa- y antes de encender la calefacción puede ser mejor pensárselo dos veces y ponerse encima un jersey más. Viajar y salir para escapar de la hipoteca puede llevar a que sea peor el remedio que la enfermedad: salimos de las garras de la casa para caer en las del petróleo.