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SIN CONCESIONES

Un secreto a voces

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
Opinión01-05-2005

Acabar con ETA. Es el sueño de todo presidente del Gobierno. Felipe González y José María Aznar creyeron que lo conseguirían pero ambos fracasaron. Ahora, José Luis Rodríguez Zapatero está plenamente convencido de que él pondrá fin al terrorismo en España. Su inteligencia, su simpatía y su talante -que diría Fernández De la Vogue- convencerán a los asesinos para que abandonen las armas. Zapatero cree que le ha tocado vivir el momento histórico de terminar con ETA. Así lo afirma en privado. Y, posiblemente, sea cierto puesto que los malos nunca han estado tan acorralados. Pero entre acabar con ETA y derrotarla hay un matiz muy distinto: para vencer a una banda armada hay que meter en prisión a todos los terroristas mientras que para ponerla fin basta con llegar a un acuerdo político. González y Aznar también buscaron una solución dialogada en Argel y Zürich. Ambos fracasaron pero, al contrario que Zapatero, ambos lo intentaron en tiempos de tregua. El actual presidente no necesita un alto el fuego de ETA ni un paréntesis de atentados. Se conforma con la palabra de un encapuchado. Negocia con terroristas como quien firma un contrato ante notario. No se da cuenta de que el juego en el que está inmerso es una ruleta rusa. Si gana puede conseguir el Premio Nobel de la Paz pero si pierde pondrá en juego la vida de muchas personas. Contactos existen entre el PSOE y Batasuna. Son reuniones casi secretas de las que se habla por los pasillos de La Moncloa y del Congreso de los Diputados. El Gobierno ni confirma ni desmiente. Al menos, en público no se atreve a desmentirlo porque mentiría y no osa a confirmarlo por prudencia. Las conversaciones son un secreto a voces aunque nadie, apenas Zapatero, conoce el contenido. Ellos hablan y hablan mientras los ciudadanos padecen las consecuencias. Los nueve escaños conseguidos por el PCTV en las elecciones vascas han dado alas al entorno de ETA. Los cachorros abertzales han vuelto a las calles, han comenzado a quemar papeleras, a pinchar la moto de los concejales y a pintar las paredes con amenazas. Sin embargo, Zapatero sigue sin ver motivos suficientes para ilegalizar a un partido que ha plagiado las ideas, los medios, la logística e incluso los apoderados de Batasuna. Sólo hay una razón para permitir que el PCTV okupe las instituciones. Zapatero quiere acabar con ETA pero, al contrario que hasta ahora, pretende hacerlo a su manera. Yo me siento estafado. Cualquier acuerdo con ETA supondrá que la ley no es igual para todos. Los muertos estarán presos en el cementerio mientras los asesinos caminan libres por las calles.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito