SIN CONCESIONES
Cuestión de coherencia
Por Pablo A. Iglesias
2 min
Opinión17-04-2005
Sucedió en Santa Pola (Alicante). Transcurría el verano de 2002. ETA explosionó un coche bomba junto a la casa cuartel de la Guardia Civil. Asesinó a un hombre de 57 años y a una niña de seis. "Hasta aquí hemos llegado", espetó el entonces presidente del Gobierno. Aznar puso en marcha de inmediato todos los mecanismos legales del Estado de Derecho para acabar con Batasuna. El brazo político de los terroristas no quiso condenar el atentado. Ni siquiera lamentó la muerte de aquella niña. Ejecutivo, Partido Popular y Partido Socialista activaron la Ley de Partidos e ilegalizaron a Batasuna. Nueve meses después, los terroristas no pudieron presentarse a las elecciones municipales en mayo de 2003. Muchas cosas han cambiado desde entonces en España. Ya no existe Batasuna pero sí el PCTV. El entramado de ETA sigue teniendo un partido político en el Parlamento del País Vasco. Es un error supino, un error de ingenuos, un error imperdonable que millones de españoles nunca perdonarán al actual Gobierno. El PCTV se ha negado a condenar el terrorismo. El PCTV ha reivindicado los falsos derechos de los presos de ETA. El PCTV ha compartido mítines electorales con Arnaldo Otegi. El PCTV ha recibido apoyo logístico y financiero de Batasuna. El PCTV recibe órdenes políticas de Batasuna. Hay indicios más que evidentes de que el PCTV pertenece al mundo de ETA. Sin embargo, el Gobierno no actúa, no impugna, no recurre a los tribunales. Zapatero se cruza de brazos y lanza guiños a los terroristas para que se sienten a negociar. A cambio, les regala nueve escaños en el Parlamento del País Vasco. El Gobierno aduce que no hay pruebas suficientes para ilegalizar el PCTV. Falso. La Guardia Civil ha demostrado las conexiones políticas y económicas con Batasuna. El PCTV no condena el terrorismo. ¿Acaso son necesarias más pruebas que esa? En democracia, quien no condena la violencia reconoce su complicidad con los que matan. En 2002, a Batasuna se la ilegalizó por no condenar aquel atentado de Santa Pola. Zapatero lo respaldó en la oposición. Sin embargo, no actúa igual en el Gobierno. Algo ha cambiado. Hace un año criticó a Caród-Rovira por negociar con ETA. Ahora, todos los indiciones indican que es el PSOE quien está hablando con los terroristas. Los escaños del PCTV son una contraprestación para que ETA deje las armas. ¡Vaya contradicción! Si Zapatero fuera consecuente, habría ilegalizado el PCTV. Era lo que había que hacer. Era una cuestión de coherencia.
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Pablo A. Iglesias
Fundador de LaSemana.es
Doctor en Periodismo
Director de Información y Contenidos en Servimedia
Profesor de Redacción Periodística de la UFV
Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito