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SIN ESPINAS

No abstenerse

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura2 min
Opinión06-02-2005

Nos jugamos mucho en la construcción de Europa. Esa es la sensación que tengo porque la maquinaria es pesada y los rodamientos se mueven a una velocidad difícil de frenar. Unos dicen que hay que echar el freno porque de tan apresurada que va la cosa, lo mismo nos caemos por el desfiladero antes de salirnos de la carretera. A estos que previenen, como siempre se les llama conservadores. Y luego están los otros, los que dicen que es necesario tirar hacia delante siempre y por todo. Y así tenemos siempre a la sociedad polarizada, embrutecida y animalada. Sin embargo, en rigor y por definición ninguno tiene la razón. Así, será bueno ser conservador cuando lo que se pretende conservar es algo bueno; y será mala una actitud conservadora cuando lo que se quiere preservar sea rancio u obstruya el progreso del hombre. Asimismo, será bueno el progresismo que promueva el avance en algo beneficioso para la humanidad y será malo el progresismo que luche por establecer algo que realmente provocará la involución del ser humano. Dicho lo cual, ustedes me preguntarán ¿ Y quién decide lo que es bueno y lo que es malo para conservarlo o sustituirlo? Buena pregunta. Yo creo que la búsqueda honesta y comprometida de la verdad para cada cuestión que se presente como una incógnita, es un buen método para saber si algo deber ser superado o es insuperable. Claro para eso, hace falta tiempo. Unas cuestiones necesitarán un minuto de reflexión, otras un día o una semana de investigación y otras un año o toda una vida de búsqueda impenitente. Cada verdad tiene su tiempo natural para ser descubierta, por eso, el momento de aceleración histórica que vivimos es muy perjudicial. De tal manera, que aunque uno encuentre la fórmula para triunfar en la vida en el letrero de una carretera, nunca podrá leerlo si va a 200 por hora. La otra cuestión es que impera el relativismo como forma de acercamiento a la realidad. Su dogma es una contradicción in terminis: “no hay dogma posible. Por lo que nada es verdad y nada mentira, todo depende del color del cristal con que se mira” Y esta sentencia entonces qué es ¿verdad o mentira? En realidad, lo que resulta verdadero es que si nada es verdad ni nada mentira da lo mismo ser conservador que progresista.

Fotografía de Javier de la Rosa