Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE LA SEMANA

Prosigue la prostitución

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
España06-02-2005

Casarse. Nadie asumiría hoy en un país desarrollado que otro tomara la decisión por él, ni aceptaría una pareja impuesta por nadie, por mucho que ese alguien tuviera ya mucha más experiencia en la vida que uno mismo. Estudiar una carrera. Infelices aquellos que estudian lo que sus padres les imponen, o lo que estudiarán sus amigos, o la carrera de moda. En el fondo, nadie que quiera tomar las riendas de su vida toma la decisión de estudiar una carrera sin antes informarse sobre las materias, sobre dónde podrá cursarla y sobre tantos otros aspectos importantes. Y malamente se aprovechan unos estudios impuestos por unos padres, por mucho que estos puedan conocer más del mundo laboral. Votar a un partido, a otro, no votar o votar en blanco: ¿Quién, en una democracia, aceptaría un voto impuesto por otro individuo bajo ningún argumento? Sin embargo, el Gobierno ha elegido una campaña para el referéndum sobre el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa en la que el argumento principal para el sí es que otros antes ya han valorado que ese Tratado es bueno, y por lo tanto no hace falta saber qué dice, ni cuáles pueden ser las consecuencias de su aprobación o de su rechazo. Es intolerable ese insulto a los ciudadanos en una democracia, un sistema de Gobierno que se basa en que estos tienen capacidad, formación y canales de información para recibir los datos fundamentales con los que pueden tomar decisiones tan importantes como quiénes quieren que en sus manos tengan las riendas del país. Los españoles deberían sentirse ofendidos porque esta campaña está basada en que el pueblo es ignorante, menor de edad, incapaz de analizar y de considerar con criterio la idoneidad de este Tratado, analfabeto funcional. Lo que los ciudadanos necesitan, muy al contrario de lo que se está haciendo es, por cierto, y casi más importante que el texto que nos ocupa, criterios, motivos, razones para el sí, y también para el no, algo que no encuentra en ningún punto de información sobre este referéndum, ni si quiera en la página web oficial donde con más extensión podrían contarse las cosas. Criterios y argumentos rigurosos y bien elaborados. Motivos bien esgrimidos y articulados. Pero no: todo lo que los ciudadanos se están encontrando es pura propaganda y, además, además, la adulteración y vaciado de sentido de un referéndum. La riqueza del referéndum yace en el valor de someter a la consideración crítica y responsable de cada ciudadano la aprobación o rechazo de una decisión que les afecta. Se procede a consultarles precisamente porque se les considera capaces de valorar por sí mismos, sin que otros antes tomen la decisión por ellos, y sin inclinarlos tendenciosamente a ninguna respuesta preformada. Lamentablemente estamos viviendo una mutación de la democracia provocada por la introducción en su código genético de maneras dictatoriales. Viva la prostitución de la democracia.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo