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CRÓNICAS DEL ESPACIO INTERIOR

El mundo de la rosa

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión10-09-2001

Un viejo oriental en el parque de Eva Perón explica a un niño occidental: "¿Ves esta rosa? Todo el Universo está en ella". El niño, en un arranque de orgulloso pandillero, cogió la rosa entre las manos y la despedazó. "He destruido todo el Universo". El oriental pasó de una fugaz consternación a una leve sonrisa: "Has destruido todo el Universo, pero no has destruido nada del Universo". Pocos metros detrás de esa escena, una mujer le dice a su madre: "Los dichos orientales siempre me parecen absurdos". "Son totalmente absurdos -responde la anciana-, pero no son nada absurdos". El gesto de la mujer destapó la pilla sonrisa de la abuela: "Es totalmente absurdo desde el punto de vista lógico, pero no lo es desde el metafórico. Dios -el ser- está presente en todas las cosas; luego si matas cualquier cosa, matas el ser. Pero por eso mismo, porque Dios está en cada cosa individual, no has matado nada, pues todo Dios está también en otras rosas, en el anciano y en ese pandillero mata-rosas". "Pues entonces -dijo la mujer- podría decirse que ha matado, ni más ni menos, una rosa, y ya está". "Si sólo descubre que ha matado una rosa y que no hay nada de divino en las cosas -no ha matado nada del universo-, se volverá presuntuoso y dominador. Si sólo aprende que ha matado un universo entero, comprenderá su ignorancia y se desesperará. Necesita descubrir que es tan ignorante como para matar a Dios, pero tan amable que si se arrepiente de su acción, es perdonado por Dios. Eso es la humildad. Mejor aprender humildad al matar una rosa que mostrar indiferencia o llenarse de orgullo". Pocos metros detrás de esta escena, leía yo sobre los que serán ahorcados en Pakistán por llevar una Biblia y sobre las escolares irlandesas que son apedreadas a diario cuando van al colegio. "La madre -me vino a la mente- ha olvidado explicarle a la niña que el Ser Dios, el ser escolar irlandesa y el ser rosa son distintos tipos de ser -aunque tengan el divino hecho de ser en común-". Los maestros Zen usan el absurdo para preparar la mente hacia la comprensión de la Verdad más allá de la razón. "De estas escenas -pensé también- debe salir un artículo". Camino de casa, escogí el título como gesto a mi nuevo compañero de sección y recordé lo sucedido: "Creo que me va a quedar divino".

Fotografía de Álvaro Abellán

$red

Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach