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Comienza la campaña electoral a pesar de la violencia

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional19-12-2004

La campaña electoral comenzó el pasado jueves. Ni el Gobierno interino iraquí ni la coalición liderada por EE.UU. que ocupa Iraq dudan de que el transcurso de dicha campaña estará marcada por la violencia.

Faltan menos de seis semanas para las elecciones presidenciales iraquíes. La semana pasada el Gobierno provisional de Iyad Alaui aseguraba que se intensificarían los ataques de los insurgentes. Alaui reconoció hasta qué punto la violencia azota el país que gobierna de forma provisional. Insurgentes y resistentes a las tropas de ocupación de la coalición que lidera EE.UU., actúan 50 veces al día en Iraq. El lunes pasado, en una de las entradas al barrio donde se encuentran edificios gubernamentales, "la zona verde" de Bagdad, un suicida hizo explotar el coche en el que viajaba a la altura de un puesto de control. Al día siguiente hubo otro atentado con coche bomba a las puertas del mismo barrio. A finales de la semana pasada, la violencia también predominaba en el país. Esto ocurrió muy a pesar de que el jueves pasado comenzara la campaña electoral. De hecho, el último de los pasados siete, se cumplieron los presagios de aquellos que apuntaban que se produciría un aumento de la violencia para desestabilizar el transcurso de las seis semanas de campaña electoral. Las oficinas de registro de electores se convirtieron en un nuevo objetivo para aquellos que guerrean contra el Gobierno iraquí y quienes les apoyan en materia de seguridad y defensa. Incluso en Bagdad, se llegaron a asesinar a tres miembros de la comisión electoral. El pasado domingo se registraron dos atentados especialmente cruentos en Nayaf y Kerbala. No se registraban ataques similares desde mayo de 2003. El número de muertos que se sumaron entre los dos ataques ascendió a 62 y el de heridos sobrepasó los 150. También ese día apareció un nuevo modo de proceder en los secuestros a los que recurren grupos de rebeldes y guerrilleros. Tres grupos armados de insurgentes reivindicaron el secuestro de 10 iraquíes que trabajan para una empresa de EE.UU. Pidieron que la empresa cesara sus actividades a cambio de la vida de sus trabajadores. No sólo toda esta violencia desatada no favorece el buen desarrollo de la campaña electoral iraquí. Según el investigador del International Crisis Group de Bruselas David Baran los partidos políticos iraquíes "más importantes reactualizan las prácticas clientelistas que no hacen más que recordar el estilo de Sadam Husein.

Fotografía de Salva Martínez Más