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Comienza el curso político marcado por el fraude de Gescartera
Por Raquel González
2 min
España04-09-2001
La preocupación principal de José María Aznar y su gabinete, así como de todo el Partido Popular (PP) es que el caso Gescartera no tenga consecuencias políticas y evitar así que todos sus proyectos de futuro queden salpicados por el ya famoso fraude económico.
El primer objetivo para el PP es que este turbio asunto quede solucionado como muy tarde antes de fin de año, porque si no es así puede traer consecuencias a medio o largo plazo en dos frentes: la presidencia española de la Unión Europea -que corresponde con el primer semestre del año próximo- y el Congreso Nacional que el PP tiene previsto para enero del 2002. A corto plazo existen otros riesgos de los que ya no se pueden librar, como la influencia que el caso Gescartera pueda tener sobre el PP en las elecciones de Galicia, fijadas para el 21 de octubre. Las elecciones gallegas también son una de las principales preocupaciones del Partido Socialista (PSOE). De hecho, su primera reunión pos-vacacional se celebró en Santiago de Compostela, acto que revela la importancia que tiene para los socialistas la cita electoral en esa comunidad. Los socialistas luchan por quitar la mayoría al actual presidente, del PP, Manuel Fraga, tarea que reconocen ardua. Como segunda opción aceptable también está la de convertirse en segunda fuerza política desplazando así al Bloque Nacionalista Galego (BNG). Con respecto al otro tema de importancia para el PSOE, Gescartera, los socialistas manifestaron desde el primer momento que iban a mantener el respeto hacia los populares en relación a ese asunto pero tras las últimas acusaciones del portavoz del PP, Vicente Martínez Pujalte, el cual manifestó que algunos socialistas estaban implicados en el fraude, quizá cambien de estrategia. Por su parte, el partido que coordina Gaspar Llamazares, Izquierda Unida (IU), también sigue con atención la trama del caso Gescartera pero su principal preocupación pasa por si su federación en el País Vasco decidirá incorporarse al fin al Gobierno de Ibarretxe. No es este un tema nuevo para IU. Ya se mantuvieron negociaciones al respecto antes de las vacaciones pero no se llegó a ningún acuerdo. Parece que ahora ya se está más cerca y quizá IU se haga con alguna consejería de carácter social. En relación al Gobierno central, Llamazares ha asegurado que trabajarán para ejercer una "oposición nítida" frente al PP y que cierran la puerta a cualquier tipo de pacto con el partido de José María Aznar. En cuanto a los nacionalistas, desde el País Vasco, Juan José Ibarretxe sigue apostando por el diálogo en esta etapa política que empieza y ha llegado a manifestar que "hoy más que nunca" es necesario dialogar. Por su lado Jordi Pujol, presidente de Convengencia i Unió (CiU), ha afirmado que volverá al ataque con su planteamiento de autogobierno para Cataluña.