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SIN CONCESIONES

El principio del fin

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura2 min
Opinión03-09-2001

Cuando termina el verano, la gente regresa a sus casas. Las ciudades se llenan de coches y atascos. Vuelven la rutina y los horarios. Los adultos retornan al trabajo y los niños ultiman sus días de vacaciones. Dicen que cuando agosto concluye, las navidades se observan a la vuelta de la esquina. Dicen incluso que los primeros días de septiembre son el principio del fin de cada año. En este caso, el fin del 2001. En esta fechas, los políticos inician el nuevo curso político, como los escolares. Ellos también cargan las mochilas con cuadernos y estilográficas a estrenar y plantean objetivos que afrontar y alcanzar con éxito al cabo de los nueve meses. No sabemos aún si el presidente del Gobierno, José María Aznar, también ha estrenado cuaderno en los Consejos de Ministros o sigue con aquel famoso azul en el que escondió durante semanas los nombres de los miembros del Ejecutivo. Pero lo que sí sabemos es que el sheriff -como le apodan sus discípulos del PP- ha repletado la agenda de viajes, fechas importantes y planes para aprobar al frente del Gobierno. Reforma de la Educación, renovación de los órganos judiciales, la presidencia de España al frente de la Unión Europea... Mucha actividad pero poca, muy poca comunicación con la opinión pública. Mientras el PSOE habla de Gescartera, Aznar adelanta en Menorca su sucesión. Mientras la oposición critica su política migratoria, él anuncia en Quintanilla más privatizaciones. Algo falla en su discurso. O esquiva las discusiones o desconoce las preocupaciones de los españoles. Así la situación, un obediente y sumiso trabajador del partido como Rafael Hernando tiene que alzarse al mismo tiempo en portavoz de su formación y del Gobierno. La mayoría absoluta empieza a hacer estragos en Aznar y sus chicos, que vuelven de vacaciones para afrontar, posiblemente, el año más importante de la legislatura. Porque la diferencia entre el éxito y el fracaso puede suponer la victoria o la derrota en las próximas elecciones generales del 2004. Es decir, puede desembocar en el principio del fin del aznarismo y el comienzo del zapaterismo. Que, por ahora, es por donde van los tiros.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito