ANÁLISIS DE LA SEMANA
Voy a extender la mano
Por Gema Diego1 min
Economía17-10-2004
Con esto del petróleo, todo el mundo se está lanzando a pedir. Las aerolíneas piden más por sus billetes, porque el combustible de los aviones se ha encarecido. Los transportistas demandan ayudas para el gasóleo de los camiones, que también anda por las nubes. Y los agricultores, que no andan para bromas con el dudoso futuro de la Política Agraria Comunitaria (PAC), amenazan con movilizaciones si el Gobierno no toma medidas. Dicen que se saca más de pedir que de quedarse callado. Bien lo saben los trabajadores de Izar. Otro plan más, y quién sabe si bastará. Por lo menos, hay que armar ruido. El mismo ruido que harán los empleados de General Motors para evitar los recortes que ya ha anunciado la compañía en Europa. Y como todos sigan pidiendo, es de esperar que vayan a pagar los de siempre. Los que tenemos que apechugar con el IPC. Los que contemplan estoicamente cómo sube la vivienda y bajan proporcionalmente sus posibilidades de comprarse un piso. De hecho, puestos a elegir entre estar en un bando o en otro, prefiero ponerme a pedir. Voy a decir que yo también soy damnificada por la subida del precio del petróleo porque mi ordenador funciona con gasolina. Así que extenderé la mano y esperaré a ver si cae algo.