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CRUDO

El petróleo sigue disparándose y puede provocar una crisis mundial

Por Raquel IbáñezTiempo de lectura1 min
Economía09-10-2004

El precio del crudo ha pulverizado por enésima vez más sus marcas anteriores. El barril de petróleo en Europa no sólo ha superado la barrera de los 48 dólares sino que ha llegado a cotizarse en Londres por encima de los 49. Mientras, en Nueva York ha alcanzado por primera vez los 53 dólares.

Ni la mejoría en las reservas estadounidenses pudo tranquilizar a los mercados. Hay miedo. La inquietud crece sobre la llegada de suministros de crudo al mercado de Estados Unidos, mientras la oferta mundial sigue siendo insuficiente. Además, ahora llega el invierno, época en la que más consumen los países desarrollados. Los operadores justificaron las alzas de precios de los contratos del petróleo en la existencia de tensiones laborales en Nigeria. Este país, que es el quinto abastecedor del mercado de Estados Unidos, ha sufrido problemas a causa de las acciones de rebeldes armados contra las instalaciones de la compañía Dutch-Shell. Un pretexto que se suma a la incertidumbre generalizada por el descenso de la producción en el Golfo de México debido las secuelas del huracán Iván y por la situación de otras áreas de producción como Oriente Medio y Rusia. Aunque no todo son malas noticias. Las reservas en Estados Unidos aumentaron en 1,1 millones de barriles la semana pasada, lo que supone un 0,4 por ciento más. Sin embargo, y de ahí la desconfianza de los inversores, la cifra total está por debajo de lo que solía ser habitual en este mes en años anteriores. Las existencias de crudo están ahora en 274 millones de barriles, un 4,4 por ciento por debajo de la cifra de hace 12 meses. Según la Unión Europea, los precios del oro negro a 50 dólares el barril reducirán el crecimiento económico mundial en 0,8 puntos porcentuales en los próximos cinco años. Por ello, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido tomar medidas. Finalmente, los tipos de interés se mantendrán al dos por ciento, nivel al que en el que llevan ya 17 meses.

Fotografía de Raquel Ibáñez