ANÁLISIS DE LA SEMANA
A golpes de herradura
Por Amalia Casado3 min
España09-03-2003
Los acontecimientos esta semana en el ámbito de la política en España, vuelven a poner sobre la mesa manifestaciones de tres de los temas políticos más apasionantes: la organización del Estado español y sus conflictos con las nacionalidades históricas, con las declaraciones ofensivas de Xavier Arzalluz hacia quienes han denunciado la falta de respeto y protección por parte de los poderes públicos vascos en el caso del asesinado por ETA Joseba Pagazaurtundua. Otra ramificación de este tema se ha manifestado con la actitud de Pasqual Maragall, que en el caso Egunkaria, ha tenido que rectificar sus palabras: Maragall consideraba más creíbles las declaraciones de un presunto colaborador de ETA contra la Guardia Civil, a la que acusaba de torturas, que las declaraciones de las propias Fuerzas de Seguridad del Estado. Y todo, porque habiendo escuchado al presunto colaborador de ETA “le parecía” que decía la verdad. Este asunto saca a relucir ese gran problema con el que tendrá que enfrentarse el Partido Socialista: el de su falta de criterios respecto a cuál debe ser la forma del Estado español y la falta de unidad interna al respecto dentro del partido. El secretario general del PSOE puede aprovechar mucho las circunstancias históricas: Prestige, Irak, pequeños escándalos sin mucha miga, como la asignación de una campaña publicitaria a la empresa del ex portavoz del Gobierno Miguel Ángel Rodríguez, que acaba de salir a la luz... Poco a poco se le va poniendo en bandeja una posible victoria electoral que le dará, en su caso, el poder para decidir en nombre de todos los españoles, pero no las soluciones a las carencias ideológicas y a la falta de proyectos concretos. Tendrán que trabajar mucho, pero también llegó al poder un Partido Popular joven y falto de experiencia en el aparato del Estado, y hoy manejan hasta donde pueden la maquinaria administrativa y también la mediática. La experiencia es un grado y, como decía Don Miguel de Unamuno, "El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura". Organización del Estado, relevo de partidos en el poder y, como tercer tema, el funcionamiento de las instituciones democráticas. Un joven estudiante de periodismo comentaba esta semana en una cafetería lo sorprendido que estaba con la dinámica de intervenciones en el Congreso, después de escuchar las comparecencias sobre el conflicto de Irak: ¡Pero si no se escuchan! ¡Llevan los discursos preparados y las respuestas preparadas para cualquier pregunta! En efecto, el Congreso resulta ser un vomitorio como lo son los exámenes para quienes estudian sin afán por aprender y con el único propósito de aprobar para obtener un título. La falta de comunicación se hace más que aparente en un espacio que debería ser foro de diálogo y de búsqueda conjunta de la verdad. Hoy es una especie de tarima donde se escenifican los conflictos entre partidos con el mísero propósito de encontrar frases afortunadas. Y, así, del “Váyase, señor González” al "Déjenos en paz, señor Aznar" han pasado seis años de golpes en la herradura de cuyo acierto o yerro la Historia juzgará.