El Madrid pierde el primer asalto

Por Luis Giménez2 min

El Olimpique de Lyon venció al Real Madrid en el primer partido importante de la Liga de Campeones. Los franceses reavivaron los fantasmas que llevan persiguiendo a los blancos en los últimos años en esta competición. Una espectacular defensa y un destello de calidad en ataque, obra de Jenei Makoun, fueron suficientes para que los franceses afronten la vuelta con cierta ventaja. El encuentro arrancó con ambos equipos congelados por el frío. Necesitaron del paso de los minutos para entrar en calor. Los merengues empezaron siendo superiores en cuanto a posesión, pero el juego estaba demasiado atascado en el centro del campo. Sólo las fugaces apariciones de Cristiano Ronaldo daban cierta profundidad a su juego, y era el portugués el único que parecía preocupado en aumentar una marcha al ritmo del encuentro, pero pocos le acompañaban. En el lado local, Sidney Govou fue el encargado de echarse el equipo a la espalda, y de sus botas nacieron un cúmulo de buenas jugadas que tendrían como fruto una serie de peligrosas llegadas. La más clara la tuvo César Delgado al filo del descanso, al enganchar una volea desde la frontal que se estrelló en el poste. El paso por los vestuarios tuvo un efecto muy positivo en los galos, ya que segundos después de reanudarse el juego el camerunés Makoun rompía la igualada inicial con un tiro lejano que se coló por la escuadra de Iker Casillas. El conjunto blanco tuvo entonces que lanzarse al ataque para intentar anular la diferencia. Los jugadores de arriba, liderados por el portugués y el brasileño Ricardo Izecson, Kaka, lo intentaban, pero estuvieron poco acertados en los últimos metros. Manuel Pellegrini intentó dar a los contrarios de su propia medicina, al introducir sobre el verde al Karim Benzema. El francés hizo lo de siempre: se ofreció mucho, pero le faltó la contundencia con la que tantas veces maravilló al estadio lionés. Los de Claude Puel no parecían satisfechos con la ventaja, y lo intentaron con rápidos contragolpes, pero la nieve pareció mojar la pólvora de todos, ya que ningún gol más subió al marcador. El crono se acercaba al final mientras los madridistas lo seguían intentando, pero cada vez con la idea más clara de dejar los deberes para otro día, quizás para el Santiago Bernabeú. La derrota pone las cosas cuesta arriba a los blancos, aunque ni mucho menos la clasificación es imposible, ya que la ventaja es mínima. Para estar en cuartos de final por primera vez en cinco años los de Concha Espina deberán dar la vuelta al resultado ante su afición. Aunque tendrán que hacerlo sin una pieza clave para el equipo, Xavi Alonso, que vio la tarjeta amarilla y estará sancionado.