Ridículo blanco en Zorrilla

Por Manuel de Juan2 min

El Valladolid dio la sorpresa de la jornada y derrotó al Real Madrid en el Nuevo José Zorrilla. El conjunto merengue dio nuevas muestras de su fragilidad y demostró ser un equipo sin creatividad ni imaginación para jugar al fútbol. Los jugadores del Madrid saltaron al campo portando una camiseta en la que se podía leer “Ánimo Ruud”, en referencia al lesionado delantero holandés Ruud van Nistelrooy, que se perderá todo lo que queda de temporada por lesión. La primera ocasión clara llegó por parte del equipo visitante, con una volea de Rafael van der Vaart que se marchó muy desviada. Pero poco a poco el Valladolid fue haciéndose con el control del juego y del balón. A punto estuvo el conjunto de José Luis Mendilíbar de adelantarse con un cabezazo de José Antonio García Calvo que Marcelo Vieira sacó bajo el mismo larguero. No se veían intenciones ni fluidez en el centro del campo y la iniciativa de los jugadores blancos era nula. Sólo Gonzalo Higuaín, en acciones aisladas, dejaba ver algo que valiese la pena. Ambos equipos estaban precipitados, con nervios, sin saber qué hacer ni cuando tenían el balón ni cuando lo buscaban. Los minutos pasaban tediosos y todos esperaban a que llegase el descanso, donde los entrenadores deberían cambiar algo si su intención era ir a por el partido. Sin embargo Bernd Schuster no introdujo cambios en su equipo, buscando una reacción de los que habían salido como titulares. Una reacción que no llegó. Es más, la cosa fue a peor. Un jugadón de Pedro León, que dejó sentado a Gabriel Heinze, le valió para asistir a Fabián Canobbio, quien, desde el punto de penalti, fusiló a Íker Casillas y puso el primero de los locales en el marcador. El planteamiento de los de Schuster tenía que cambiar radicalmente. Había que ir a por el partido. Van der Vaart salió y dejó su lugar a Wesley Sneijder, buscando tener más control en el medio campo. Apenas se logró ese objetivo, pero al menos el equipo de la capital ganó en el disparo de media distancia y pudo empatar por ese medio, pero Sergio Asenjo detuvo con seguridad los disparos del ex del Ajax. El Valladolid esperó en su área, encerrándose cada vez más, para salir a la contra y poder dar la puntilla a el equipo madrileño. En los últimos minutos, el Madrid acorraló por completo a su contrincante y tuvo una gran ocasión para empatar. Una mala cesión de un defensor a Asenjo dejó a Raúl González solo frente al guardameta pero, en el mano a mano, el capitán falló y no pudo lograr el tanto del empate. Al final, el conjunto blanco sumó una derrota que deja a Schuster muy tocado y con serias posibilidades de destitución. El Madrid se deja otros tres puntos en el camino y facilita aún más la situación a sus competidores por el título.