ATENAS 2004
España, 71 medallas en los Paralímpicos
Por Roberto J. Madrigal3 min
Deportes28-09-2004
España confirmó su papel de potencia deportiva en los Juegos Paralímpicos, en los que consiguió 71 medallas y el séptimo puesto absoluto: 20 de oro, 27 de plata y 24 de bronce. Aun así, los españoles se quedaron lejos del cuarto lugar de Sídney 2000 -donde se consiguieron 102 metales- y muy lejos de China, que barrió, con 141 medallistas: los nadadores cosecharon los mejores resultados.
El seguro de las medallas fue la natación, que reportó nada menos que 40 medallas: España sólo fue superada por Gran Bretaña y consagró a Sebastián Rodríguez - que ganó tres oros, un bronce y consiguió tres récords del mundo-, Sara Carracelas, tricampeona paralímpica, y la diputada Teresa Perales, que se hizo con seis medallas: dos oros, una plata y tres bronces. También destacó el ciclista Javier Otxoa, ex corredor profesional del Kelme -que llegó a ganar una etapa en el Tour del 2000-, tras un atropello que costó la vida a su hermano Ricardo. El descenso con respecto a Sídney se produjo en el atletismo, donde el relevo generacional de atletas como Purificación Santamarta redujo la cosecha de 35 medallas a once. Sin embargo, el secretario general del Comité Paralímpico Español (CPE), Miguel Sagarra, es optimista para los Juegos de 2008, en Pekín, pues hay jóvenes con posibilidades de progresar en las federaciones de ciegos y paralíticos cerebrales. “El boom de China, que ha obtenido 69 medallas más que en 2000, unido a que ha habido 75 países con medallistas, han esquilmado los triunfos del resto”: grandes potencias paralímpicas, como la propia Gran Bretaña, Australia y Canadá, también han cosechado menos metales. El problema para muchos de estos atletas es compaginar el deporte con la necesidad de desempeñar una vida normal, tanto en el aspecto laboral como el familiar. Asi, el judoca David García es un ejemplo al afirmar, sin dudarlo, que “cambio la medalla por un trabajo fijo”. En este sentido, la insistencia por recabar un apoyo público equivalente al Plan ADO sigue siendo fundamental. El sistema actual -en numerosos deportes hay tres federaciones: de ciegos, minusválidos físicos y paralíticos cerebrales- perjudica a las dos últimas, faltas de apoyos como el de la Fundación ONCE. Ello obliga a muchos deportistas a retirarse antes de tiempo, porque no pueden sufragar sus gastos. Ése es uno de los asuntos pendientes para el CPE: conseguir fondos que permitan la profesionalización y la preparación de los deportistas paralímpicos en centros de alto rendimiento. "Sin dinero no se hace nada. El Gobierno español tiene que entender que para sostener el nivel alcanzado en estos Juegos hacen falta financiación, apoyo y un compromiso firme y continuado", asegura Sagarra. Tras los errores técnicos cometidos en ciclismo y en natación -que privaron a España de dos medallas seguras-, la profesionalización de los técnicos será otro de los aspectos que se analizarán con vistas a 2008. Además de deportes olímpicos como el atletismo, el ciclismo, la halterofilia, la hípica, el tenis de mesa, el tiro con arco, la natación y el voleibol, el programa paralímpico convive con disciplinas adaptadas a las minusvalías y a sus distintos grados de discapacidad -casos del tenis, tiro, esgrima y baloncesto, que se juegan en silla de ruedas-. Los Paralímpicos compiten además en cuatro disciplinas propias: el goalball -un deporte de equipo para deficientes visuales, en el que un equipo lanza una pelota con cascabeles en su interior y los rivales tratan de interceptarla, paralímpico desde 1976-, la boccia -un deporte para paralíticos cerebrales similar a la petanca, olímpico desde 1988, aunque con reglas propias-, el fútbol a cinco y el rugby en silla de ruedas.