TOROS
Dávila Miura corta una oreja en Sevilla
Por Almudena Hernández1 min
Espectáculos26-09-2004
Desde hace 20 años el 26 de septiembre se vuelven a recordar las imágenes del final infeliz de Francisco Rivera Paquirri, y la nostalgia del héroe mitificado acampa entre la afición. Es la misma afición de estas fehcas, que ya busca el abrigo en el armario para no pasar frío en las últimas tardes de la temporada.
En la plaza de toros de Sevilla también se preparan los ropajes para pasar el invierto. Éso sí, después de la feria de San Miguel. Al igual que ocurre en otras grandes plazas de temporada, la programación de ciclos de espectáculos recién estrenado el otoño resulta desganada. Comienzan a caer las hojas y por los cosos de esta piel de toro que es España también se caen los ánimos al suelo. En homenaje a la festividad del arcángel se han programado en la monumental sevillana varios espectáculos, pero poco se ha festejado, a juzgar por el resultado de los marcadores. Sólo Eduardo Dávila Miura cortó un apéndice a un toro de Tornay el domingo, en una corrida aburrida en el apartado ganadero e inédita en el de los toreros. Hasta el respetable lo fue menos, pues no llenó la plaza como en las famosas tardes de feria primaveral, en las que toda la ciudad va a los toros, aunque sí ovacionó a otro sevillano, Manuel Jesús El Cid. Jesús Millán fue silenciado por su labor. El público tampoco dictó veredictos efusivos el sábado, ni ocupó más que tres cuartos de plaza. Se lidiaron toros descafeinados de ánimos y sustento de Parladé. Entre las pocas alegrías que tuvieron lugar destacaron las protagonizadas por el torero malagueño Salvador Vega, que saludó después de despachar a cada uno de sus toros. Por el contrario, hubo silencio para Sebastián Castella y Matías Tejela.