ARTE
El Vaticano restaura los dos últimos frescos del pintor Miguel Ángel
Por Marta Escavias de Carvajal Gómez1 min
Cultura22-09-2004
Los dos últimos frescos realizados por Miguel Ángel, situados en la Capilla Paolina de los Museos Vaticanos, serán sometidos a un proceso de restauración a partir de este otoño.
Dos obras que según informa el diario La Repubblica, están afectadas por filtraciones de agua y sufren daños a causa de antiguos procesos de restauración defectuosos. Se trata de la Conversión de Saulo y de la Crucifixión de San Pedro, que el creador de la Capilla Sixtina realizó entre 1545 y 1550, y terminó cuando tenía 75 años. Esta vez, aseguran los expertos se realizará un "magnífico trabajo", está previsto que las labores de restauración se prolonguen durante cuatro años, aunque todavía se desconoce la fecha exacta en la que comenzarán. El presupuesto para llevarlas a cabo asciende a los tres millones de euros, una cantidad que el Vaticano espera obtener a través de un patrocinador. La estancia donde están estos dos últimos frescos se encuentra en uno de los laterales de la Capilla Sixtina, y fue construida en 1537 por el arquitecto Antonio Da Sangallo il Giovane por orden del papa Pablo III. Los diferentes pontífices la han venido utilizando para las celebraciones privadas en el interior del Palacio Apostólico, por lo que es menos conocida que otras estancias vaticanas en donde se realizan ceremonias públicas. El director de los Museos Vaticanos, Francesco Buranelli, aseguró que "se trata de una intervención muy importante bajo muchos puntos de vista (técnicos, históricos, artísticos, culturales), por lo que la Santa Sede no dejará nada al azar". Con vistas a esta intervención las autoridades de la Santa Sede crearon un comité científico-consultivo, formado por críticos de arte, historiadores y restauradores, que ya comenzó sus reuniones en el mes de junio.